13 junio, 2022

Reduflacción, pagar más por menos

Una de las endiabladas jugarretas (entre tantísimas) de la sociedad capitalista actual es la "Reduflacción", tan de moda últimamente. ¿Cuálo qué? 

A ver, la Reduflacción consiste básicamente en dar al cliente una cantidad menor del producto manteniendo el mismo precio, de forma que mentalmente el cliente ve que paga lo mismo por "1 bote" o "1 paquete" o "1 ítem" de tal o cuál bien, pero la empresa reduce la cantidad para así maximizar beneficios.

Imaginemos que los últimos 2 años hemos pagado 3 euros por un bote de 400 gr. de Nesquik en el súper, y de pronto nos lo encontramos a 3,20€, y pensamos: «Dios, qué caro, la próxima vez lo compro en otro lado». 

Ahora imaginemos que nos encontramos un bote de Nesquik a 3€, pero en el bote hay 380 gr... ¿Qué pasaría? Pues que muchos ni se darían cuenta y estarían viendo que el precio se mantiene, e incluso, psicológicamente los que sí se dieran cuenta, acabarían cayendo ante el "he comprado 1 bote de 3€", por lo que al pasar un rato, la tranquilidad sería mayor que si aumentamos el precio.

Eso es la reduflacción, que ultimamente con la enorme inflación y subida de precios, está surgiendo por todos lados como setas, medida de las empresas para evitar subir mucho más los precios de lo que ya lo están haciendo.

El sistema recuerda a aquel bulo (o yo no sé si era verdad, requiere mucha investigación) que decía que una línea aérea había ganado una millonada por haber reducido el número de aceitunas de sus menús, quitando una sola. Obviamente, si el coste de la aceituna es de 3 céntimos por menú y venden 5.000 menús diarios y son unos 1.500.000 de menús al año, pues hablamos de 45.000 euros anuales de ganancias por sólo quitar una aceituna. Las cuentas me las invento, pero son ilustrativas.

Pues bien, ayer echándome Nesquik, que de ahí ha venido la cosa, me di cuenta de que el bote ponía "390 gramos", y me extrañó, así que me fui a por uno de esos botes antiguos que tengo para guardar las chapas y "voilá": el antiguo bote tenía 400 gr... Así, han reducido en un 2,5% el peso de sus botes, manteniendo el precio (o sin mantenerlo incluso). Un día miraré si el bote de 800gr. de toda la vida ha disminuido también, que lo mismo también tiene 780 gr... quién sabe.


 

Y así, se me ocurren muchas otras reduflacciones que podríamos practicar en nuestra vida diaria, y que podrían ser muy beneficiosas. Si las empresas lo hacen y nos engañan así, ¿por qué no aplicarlo a nuestro día a día?

-En el trabajo, en vez de echar 8 horas ahí sentado, vamos a echar 7.30 (para funcionarios equivaldría a echar un cuarto café cada día), por ejemplo pasando más rato en el baño, andando más despacio desde que fichamos o lo que se nos vaya ocurriendo.

-Si comemos galletas, nos quitamos una, si comemos pipas, nos quitamos 10, si comemos salchichas, nos quitamos media, si nos echamos 4 cucharadas de azúcar, echamos tres, si fumamos 10 nos fumamos 9, si echamos 7 segundos de alcohol en el cubata echamos 6, y así sucesivamente. Nunca quitaremos más de un 25% de nada, como norma, porque entonces es demasiado bestia y psicológicamente lo notaríamos mucho. Así, adelgazamos seguro y tenemos mejor salud sin apenas perder nada.

-Si a nuestro hijo le damos la paga, en vez de darle 3 monedas de 2 euros, le vamos a dar 3 monedas de 1 euros. Al final son tres monedas...

-Apagaremos la tele siempre medio minuto antes de levantarnos, eso hará que ahorremos 2 minutos al día de tele, que al cabo del año son casi 12 horas menos de televisión vistas (ahorro de luz y de ojos)

-Leeremos las páginas impares de los periódicos, revistas del corazón y demás. Total, no dicen nada y no nos perderemos nada, y ahorramos también vista.

-En vez de decir "buenos días", "por favor" o "adiós", podemos sustituirlo por "días", "favor" y "eeh", con lo que ahorramos cuerdas vocales y la gente se sigue dando por saludada.

-Conducir a 107 por autovía (evitamos las multas cuando baja la velocidad a 100 y así vamos despreocupados) en vez de a 120, ahorrando un enorme coste de gasolina entre medias y yendo más seguros.

-Subir un grado el aire acondicionado en verano y bajarlo en invierno. ¡Anda, si la reduflacción son medidas para ahorrar!

Pues sí, realmente si todos empezamos a comer menos Nesquik, una aceituna menos y todo lo demás menos, vamos a ir reduciendo nuestra huella de carbono y las materias primas durarán más y se podrán repartir entre más personas, así que la conclusión es que la reduflacción es buena, pues se mantienen precios, las empresas pueden capear el temporal gastando menos producto para dar el mismo servicio, y nos ponemos todos más delgados, aparte de beneficiar a la naturaleza y al planeta. Sí, ¡viva la reduflacción!


1 comentario:

Anónimo dijo...

Nesquik otro más que se apunta a la redufleccion! El mismo bote pasa de 390gramos a 320gramos. cuando abrí el bote me quede de piedra! Estaba un poco más de la mitad del bote, una vergüenza. NO LO COMORO MÁS