Bahamontes, el Águila de Toledo
Ayer despedimos al último mito vivo del deporte español anterior a los 80, a saber: Ángel Nieto, Paquito Fernández Ochoa, Manolo Santana, Seve Ballesteros, Luis Suárez y Federico Martín Bahamontes. En algún caso he despedido ya en este blog a alguno de ellos, y por supuesto, esta vez, la ocasión lo merece.
Bahamontes fue el primer español que ganó el Tour de Francia, hace la tira de años, en 1959, consiguiendo también ser podio en otras dos ocasiones y ganador seis veces del premio de la montaña. Seguramente debió haber ganado algún Tour más, pero su forma de ser algo excéntrica, quizá labrada en una dura posguerra, la falta de profesionalismo, los intereses de los equipos en que ganaran otros corredores y el hecho de perder en las contrarrelojes o etapas llanas las minutadas que ganaba en la montaña, le hicieron no aumentar algo más su palmarés. De hecho, fue nombrado mejor escalador de la historia del Tour por los propios ciclistas, siendo el ganador de más edad que quedaba (ahora es Lucien Aimar, el del 66).
Su mito se ve acrecentado por varias de esas leyendas que ahí quedaron, alguna sin que nadie pueda ya decir si fueron reales o no, como la de aquella vez que tras coronar un alto con la rueda pinchada esperó al pelotón tomándose un helado, las famosas peleas con Jesús Loroño en la Vuelta a España y su pique dialéctico/monetario con Bernardo Ruiz, al que acusaba en cada entrevista de no repartir el dinero de los premios (al final "ha ganado" Bernardo al seguir vivo a sus 98 años, siendo ese último que ríe mejor, ambos apurando casi hasta casi el siglo de vida en su pelea), o su último abandono en el Tour, cuando atacó de forma brutal y se escondió en unos matorrales para engañar al pelotón haciéndoles pensar que se había distanciado mucho de ellos.
Sin duda fue un personaje digno de entrevistar, por esa manera de contar batallitas, muy de abuelo cebolleta, muy altivo, siempre pontificando, siempre intentando demostrar que los franceses estaban en su contra para favorecer a Anquetil (algo de verdad en ello debe haber), y aprovechando en muchos casos la gran dificultad para verificar todo aquello que decía, ya con una edad avanzada y una memoria y parte de fantasía prodigiosas (sin para nada desmerecer el enorme ídolo que era).
Hace un lustro visité por última vez Toledo y por supuesto en lo alto de la cuesta que da a la plaza Zocodover está su estatua, la del Águila (también conocido como "el lechuga"), la del mito inmortal de nuestro ciclismo, la del señor de la tienda de bicicletas que esta semana nos dejó para siempre y quedó también de por vida en el imaginario popular. ¡Hasta siempre, Fede!
Actualización 18-08-2023: Y diez días después murió también Guillermo Timoner,
al que obvié sin querer cuando dije que Bahamontes era el último mito
vivo de nuestro deporte anterior a los 80. Guillermo había sido campeón
del mundo hasta en 6 ocasiones de ciclismo en pista, y obviamente lo
incluí como el 10º mejor deportista español de todos los tiempos (por
encima de Federico, por ejemplo) en mi lista de los 25 mejores deportistas de la historia anterior a los JJOO de Barcelona...
Valga ese puesto para demostrar su importancia histórica en nuestro
deporte, y como curiosidad este título de campeón de España logrado con
58 años, y un claro olvido que le ha dejado atrás del todo en su
conocimiento para las nuevas generaciones. Finalmente se nos fue a los
97 longevos años, cerrando una página pero sin que su nombre jamás vaya a
olvidarse.
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