El odio al diferente, odio a las malas personas
Aunque parezca lo contrario, si echamos un vistazo a nuestro alrededor, la mayoría de las personas son buenas o neutras, no malas personas, lo que pasa que estas últimas destacan más, se señalan más, ya sea por su odio a muchos de sus semejantes, por su egoísmo y solopiensoenmí-ismo mayúsculo, por su afán de hacer daño a propios y ajenos o su simple falta de humanidad (les hubiera ido mejor como amebas o paramecios, vaya).
Con lo anterior quiero decir que no son tantos los que realmente hacen nuestro mundo peor, y que la mayoría de ellos simplemente tienen un odio radical inoculado de por vida, ya sea por sus propios educadores, por los palos que la sociedad les ha dado y que no han sabido reconducir para bien, o incluso simple genética. Así, odian al diferente sea cual sea, pero no solo eso, sino que se odian a sí mismos aunque no lo quieran reconocer, aunque no lo sepan. Y ya, según los distintos grados de odio, serán capaces al menos de aceptar a sus iguales, aunque detesten a los que consideren diferentes.
¿Y qué pasa con el resto, con las personas buenas? Pues por ejemplo las buenas no odiarán a nadie, y serán capaces de ver siempre el lado bueno de las cosas, y siempre construirán, o tendrán una sonrisa, o jamás verás en ellos atisbo de odiar por odiar, y sí, estos son los que contrarrestan el mal de los otros, los que hacen un mundo mejor y sin los cuales seguramente no existiríamos. Son seres con tendencia a la ayuda, a prestarse, a aportar, ¡y todos en mi equipo los quiero!
¿Y aquellos que he llamado neutrales? Bueno, yo los dividiría en dos subgrupos, que podrían ser los neutrales vergonzosos, que son los que querrían ser buenas personas pero les falta un empujoncito, y que normalmente cuando de verdad hay que actuar sí están ahí echando una mano y ayudando y sonriendo y construyendo, etc... y por tanto, también los quiero en mi equipo para rellenar; y por otro lado los neutrales pasotas, que realmente no son malas personas pero que ni siquiera cuando hace falta están, porque no se les remueve esa conciencia cuando el mal empieza a imperar, que hace que por dentro les hierva la sangre del bien. Esos, son los que por su dejadez ayudan a las malas personas a conseguir su propósito de destruirnos a los demás, y no, no los queremos en nuestro equipo, aunque si no existieran los malos, sí que podríamos aceptar que participasen en nuestra sociedad, porque ya nadie les podría arrastrar al mal, aunque se dejaran...
Así, por ejemplo, ante el tema de la inmigración, las buenas personas aceptarían tanto a los inmigrantes que vienen a trabajar como a los que no; los neutrales vergonzosos aceptarían también a los que vienen a trabajar pero probablemente no a los que vienen a servirse (aunque formando grupo con buenas personas sí acabaran por aceptarlos); los neutrales pasotas igual, aceptarían a los que vienen a trabajar y no a los que vienen a servirse (aunque si se juntan con malas personas, acabarían por no aceptar ni siquiera a los que vienen a trabajar); y las malas personas no aceptarían ningún tipo de inmigración, por simple odio al diferente, por miedo a que sus inseguridades y sus complejos quedaran negro sobre blanco.
Y al final todo se resumen en eso, en tener una sociedad en la que la voz cantante la tengan las buenas personas, no las malas como ahora, y el rebaño de ovejas que se deja llevar por los que tienen la voz cantante, sea el de los neutrales vergonzosos, no el de los neutrales pasotas, y ni más ni menos esa sería mi "utopía irrealizable del día", porque al final, nadie va a venir desde otro planeta para llevarse nuestra morralla, así que no nos queda más remedio que convivir con ella, aprender a tolerarla, pese a que ellos no toleren a nadie, pues sólo saben odiar, es su gran habilidad, y en eso no hay quien les gane.
Por eso, no, no os dejéis llevar por el odio al diferente, por el continuo estrés, por la constante crispación; no viváis en la perpetua molestia, donde todo son afrentas y agresiones infligidas por los demás, si podéis, buscad esa parte buena de todo, ese prado verde en el que caminan las buenas personas y sus neutrales vergonzosos, e incluso los neutrales pasotas que tan fácilmente maleables son. Si lo conseguís, si lo conseguimos, sin duda el mundo será un mejor lugar para vivir.
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