14 marzo, 2020

Confinamiento cuarentenil

Dando por sabido lo que todos sabemos, a partir de hoy estamos todos en un confinamiento cuarentenil, lo que nos obliga a buscar alternativas de ocio y soluciones ocupacionales y habitacionales (para el que tenga muchos niños en casa puede ser una auténtica locura, o como se dice ahora sin significado peyorativo para el adjetivo, por lo que deja de ser palabrota en determinados contextos: una puta locura).

Muchos se han anticipado ofreciendo por ejemplo conciertos online para los desdichados adolescentes que ya no podrán acudir a esos eventos masivos, clases online para los pobres alumnos de 4 y 5 años que ya no van a acudir a la primordial para su futuro clase de inglés, 1 mes gratis en plataformas como Movistar+ (esa me la apunté ayer y ya estuve viendo el primer episodio de la segunda temporada del Embarcadero, y esta mañana el informe Robinson de aquel año mágico que comenzó con el gol de Bakero en Kaiserslautern y acabó con el de Koeman en Wembley, que aún pone la piel de gallina a los que éramos culés por entonces, aún sin tener siquiera dos dígitos en la edad, que quién los pillara), libros y películas gratis en otras, consejos sobre de qué hablar o a qué jugar con los niños (yo creo que la tablet va a seguir ganando por goleada), etc...

Desde este blog, no seremos menos, pues creemos que todos debemos colaborar, por lo que hasta nuevo aviso aumentamos la frecuencia de publicación como medida social hasta fin de mes. Ojo, no de la calidad, porque no tengo tiempo, más ahora que soy clave para permitir el teletrabajo efectivo de cientos de personas en mi empresa y no he podido irme a las playas como la mayoría de los españoles que permanecen en su casa aislados (o eso cree el gobierno y la policía erróneamente).



No tenía pensado hablar del virus salvo de rebote en un post dentro de 10 ó 15 días, y no sé si lo acabaré haciendo pronto, pues ya lo estoy haciendo con el sólo hecho de nombrarlo, pero no os voy a agotar con el tema. Todos estamos ya suficientemente agotados y acongojados (eufemismo de "acojonados" para que me entendáis mejor), viviendo una situación para la que nunca se nos había entrenado y que da la sensación de que marcará un antes y un después, si es que hay después. En las manos de esos señores a los que odiamos y creemos inútiles y egoístas, que son los políticos, estamos, que Dios nos pille confesados, pese a que no haya siquiera Semana Santa.

Nos vamos leyendo más a menudo estos días, y por favor #QuédateEnCasa

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