31 mayo, 2021

Publicidad de alcohol a saco, hace 30 años...

A modo de curiosidad escribo hoy recordando aquel viejo tiempo en que algunos éramos niños pequeños y vivíamos en los mágicos años 80 y 90, plenos de libertad, llenos de imaginación, de inventiva, de irreverencia, a veces irrespetuosidad y puede que rozando más de una vez lo políticamente incorrecto e incluso lo inmoral, pero al fin y al cabo a veces eso es la libertad, la que un cuarto de siglo después nos han robado esgrimiendo la lucha por causas que igualmente podrían haberse solucionado sin llegar a perder esta libertad.

Una de las cosas que han cambiado tanto es la publicidad en los medios de comunicación, ahora mirada con lupa y desde el punto de vista de los ofendiditos, pero no, no iremos por ahí. ¿Recordáis aquellas vallas publicitarias llenas de tabaco y alcohol de alta graduación? La mayoría no, pero sí, hubo un tiempo en que los periódicos, televisión, revistas, radio y vallas publicitarias estaban plagadas de anuncios de ese tipo, como si nada, simples hijos de los tiempos que eran... Luego fueron prohibidos, como no éra lógico entonces, como es obvio ahora, pese a la clara doble moral que por un lado no permite que lo veamos y por otro mantiene esos productos a la venta por los pingües beneficios que suponen al Estado en impuestos. Si son tan malos, prohibámoslos del todo...  

Y eso por no hablar de que hoy en día otras cosas aún más perniciosas como las apuestas deportivas están todo el día en los medios, sin que hagan nada, dobles raseros... Seguro que en el futuro también lo vemos como una barbaridad, pues todos los tiempos acaban siendo pasado y acaban siendo mirados desde otra perspectiva que los haga malévolos, anticuados y analfabetos (con razón o no).

Como ejemplo, el de una revista "Muy Interesante" del 87 que llegó a mis manos, donde en unas decenas de páginas encontramos todos estos anuncios de alcohol y tabaco. Es impresionante, pues más que una revista con anuncios parece un panfleto de depravación y libertinaje rellenado con artículos, más al estilo Playboy que al de una revista que recordaba mucho más "nutritiva" para la mente, y que ahora veo un poco confusa, a veces sensacionalista y falta de interés real, será el paso del tiempo en sí mismo y en mí en particular.


 Anuncios en la revista (194 páginas):

-Dunhill (tabaco) [pág. 2]

-Passport (whisky) [pág. 10]

-Gordon's (ginebra) [pág. 17]

-Long John (whisky) [págs.28-29]

-Dewar's white label (whisky) [pág. 32]

-Four Roses (bourbon) [pág. 36]

-Cruzcampo (cerveza) [pág. 38] 

-Cointreau (licor de naranja) [pág. 48]

-Golden´s Ger (licor de manzana) [pág. 50]

-Campari (bebida aperitivo) [pág. 83]

-Ballantines (whisky) [págs.90-91]

-JB (whisky) [libreto 4 págs. en 98]

-Magno (brandy) [pág. 101]

-Camel (tabaco) [pág. 117]

-Jack Daniel's (whiskey) [pág. 126]

-White Horse (whisky) [pág. 140]

-Eristoff (vodka) [pág. 143]

-Bacardi (ron blanco) [pág. 147]

-Jim Beam (bourbon) [pág. 155]

-Voll-Damm (cerveza) [pág. 175]

-Johnnie Walker (whisky) [pág. 191]

-Clan Campbell (whisky) [pág. 194]

 

Como vemos, la media es de un anuncio de alcohol o tabaco cada 10 páginas, que quizá no parezca demasiado, pero en un rato de lectura te has empapado bien de todas las posibles maneras de coger una buena cogorza, incluso aunque tengas menos de 10 años como podía tener yo cuando me las leía.

No se les puede negar su variedad, pues abarcan todas las bebidas más conocidas, y hay que hacer notar que el whisky era la más famosa y consumida en el momento, cuando hoy en día es claramente la ginebra.


Por curiosidad, revisando la misma publicación de 15 años después, en 2002, encontramos todavía anuncios, pero se han reducido a menos de la mitad (196 páginas):

-Cardhu (whisky) [págs. 12-13]

-Viña Pomal (vino) [pág. 39]

-Larios (ginebra) [pág. 41]

-Absolut (vodka) [pág. 63, sin aparecer la botella siquiera]

-Chesterfield (tabaco) [pág. 77]

-Licor 43 (licor) [pág. 125, un tercio]

-Brugal (ron) [pág. 167, media]

-Cutty Sark (whisky) [pág. 195]

-Fortuna (tabaco) [pág. 196]


 

En fin, a modo de conclusión decir que para nada es negativo haber erradicado la publicidad de bebidas alcohólicas de alta graduación, aunque eso para nada haya reducido los botellones, el alcoholismo y el conocimiento que cualquier muchacho de 12 años tiene de varias decenas de marcas de alcohol e incluso de tabaco. Que sí, que se fuma y se bebe probablemente menos que hace 20 años, pero es más producto de los cambios tecnológicos (a más tiempo pegado a un móvil, menos pegado a una botella), sí, cambiamos los hábitos y cambian las adicciones, pero parece que son algo inherente al ser humano y es difícil despegarnos de ellas.

Mientras tanto, sólo nos queda repasar a modo de curiosidad lo que fuimos, verlo, reírnos ante tamaña barbaridad a nuestros ojos de 2020 y seguir tan campantes, cometiendo barbaridades que serán para los que nos analicen con lupa quizá en 2050, quizá para nosotros mismos que lo hagamos siendo viejecitos, al tiempo...

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