Y vamos con la última entrega, tras repasar los edificios religiosos, los íberos, romanos y el recinto del castillo y las murallas, vamos con el resto de elementos:
-Casas solariegas y señoriales
La mayoría
desaparecidas para siempre. Algunas de ellas pervivían al menos en
cuanto a sus fachadas, con portadas y elementos de cantería existentes
en calles como la Calle Ancha, Torrubia, Real, Sardinas y muchas más,
que fueron desapareciendo en el siglo XX ante la pasividad de las
autoridades. No tengo conocimiento de que exista ningún catálogo de las
mismas, que con las fotografías realizadas en la primera mitad de siglo,
seguro que se podría hacer y al menos recuperarlas para la memoria.
También
podríamos hablar de algunas conocidas como la Casa Mendoza (actual
remodelado Centro Parroquial) o el "Palacio de los Funes" en la actual
Carrera, 38.
-Cabildo, antiguo ayuntamiento
Existente
al menos desde el siglo XIV en el solar donde actualmente está la plaza
Porcuna por la Paz (y el monumento a la Virgen de Alharilla). Nunca fue una construcción que estuviera en muy
buen estado. En 1501 ya se comenta que se iba a reconstruir por estar
derribado y caído, y nuevamente en 1719 se vuelve a indicar su mal
estado.
Quedó muy dañado tras el terremoto de 1755 en
Lisboa y parte de él sufrió un hundimiento en 1885, por lo que hubo de ser derrumbado junto con el Arco de los Remedios.
Un poco más abajo se encontraba el Potro de tortura (de ahí el nombre anterior de la calle Colón actual)
-Plaza porticada
En
lo que es ahora la Plaza de Andalucía, enfrente de la Iglesia
Parroquial, las casas tenían unas grandes balconadas y formaban lo que
sería una plaza porticada, de la que apenas quedan unos pocos vestigios.
En
este dibujo de D. Manuel Bueno Carpio podemos observar parte de lo que
fue y cuya mayoría desapareció en los años 60-70 del siglo XX.
-El Albercón
Se
trataba de un gran estanque hecho de hormigón que servía para recoger el agua de lluvia de las calles adyacentes, la cuál salía por algunos acueductos. Fue cegado a finales del siglo XIX (me consta 1865, pero también 1884) para prevenir
una epidemia de cólera. Según el "Atlante Español", tenía 50 pasos de largo, 25 de ancho, con una pared o fuerte tapia de cal y canto, y dos estados de hombre de hondo.
Relacionado con el agua hay que hacer referencia a los pilares o abrevaderos de agua, muchos de los cuáles están aún en uso. Uno de los que no, sería el Pilar de San Lorenzo, que estaba en dicha plaza.
-Túneles y galerías subterráneas
Eran un conjunto de túneles por los que circulaba el agua desde los veneros del cerro del Castillo, comenzando con el que había en la zona de la Torre y comunicando con muchos de los pozos de las casas del pueblo, terminando probablemente donde ahora está el Sendero del Agua. Hay muchas leyendas sobre estas galerías, sobre si comunicaban la Torre de Boabdil con otras zonas del pueblo (como San Benito, por ejemplo), sobre si había cientos de metros en su interior o se usaron en tiempos remotos para refugiarse o para escapar de una muerte segura.
No están desaparecidas como tales, porque siguen excavadas y los pozos existiendo, pero algunos de ellos han sido cegados con escombro de las obras, por lo que seguramente han quedado inutilizadas o de difícil recuperación para lo que sería otro atractivo, en este caso "espeleológico" (por decirlo de algún modo) para el pueblo.
-Puente de "Cañete"
Aunque ya es conocido que
el "puente romano" del que actualmente se ven varios pilares no fue sino
una construcción del siglo XVIII (ver imagen), claramente tuvo que existir en ese
camino algún puente para poder librar el arroyo Salado, hoy perdido. Por
supuesto, los puentes posteriores (incluido uno del siglo XV del que sí
hay ciertas noticias escritas) habrían desaparecido también.
-Molinos
En cierta manera relacionados con el anterior puente y con el Arroyo Salado, ya que para funcionar, muchos de estos molinos harineros utilizaban el agua del río. Había varios de ellos situados a lo largo del cauce del río, todos ellos desaparecidos salvo algún leve vestigio. Uno de ellos debió de ser el "Molino del Rey", del que ha quedado el nombre de un camino que se dirige precisamente hacia el río.
Ya en el casco urbano y con tracción animal, no hídrica, encontramos el Molinillo Viejo, del que ha quedado el nombre solamente.
-Lago de Pezcolar
No he referido hasta ahora ningún patrimonio natural, que esos también son importantes y los vamos perdiendo. Por ejemplo podríamos hablar de la cantidad de especies animales y vegetales que han ido desapareciendo por la acción del hombre, por la modificación del paisaje, suelos, cursos de ríos, etc., que hacemos con nuestra existencia, pero en este caso hablaremos de uno de los elementos que más contribuyó al asentamiento de los humanos en nuestro territorio.
El lago de Pezcolar fue un lago de origen pleistocénico, que era regado por ríos como el Salado y Saladillo, y que probablemente hacía acudir a él a numerosas especies animales, lo que lo hizo un lugar apetecible para establecerse cerca a nuestros antecesores. Poco a poco fue perdiendo su caudal hasta secarse del todo, hace unos 2000 años (creo que es algo que no se ha estudiado aún con exactitud).
Relacionado en cierta manera con la pérdida de caudal hídrico, tenemos la pérdida de la navegabilidad del arroyo Salado, que parece ser que en la época romana y anteriores, permitía cierto grado de tránsito fluvial entre el Guadalquivir y Porcuna, que hoy en día parece una simple broma.
-Imágenes religiosas
Había varias decenas en el
pueblo, alguna de gran valor artístico (se dice que incluso puede que
alguna fuera de Martínez Montañés), pero todas acabaron ardiendo en la
llamada "pira iconoclasta" de comienzos de la Guerra Civil, salvo la
Virgen de las Angustias que es la única con más de 100 años de
antigüedad.
-Cruces
Habitualmente situadas en encrucijada de
caminos, en el campo, quizá a la entrada de la ciudad. Aunque todavía
contamos con la Cruz Blanca, la de San Cristóbal (o "Cruz Chiquita") o la de San Lorenzo (o Cruz Dorada),
muchas de ellas se han perdido, como la Cruz de San Pedro (situada en el Camino de Castro, marcando la dirección a la ermita de San Pedro), la Cruz de Arena (cerca de las Puertas de Córdoba), la Cruz de San Juan de Dios (en la Carrera), la Cruz de Castillejo (entre San Benito y San Marcos), la del Llanete Abades, la del Llanete San Juan y la de San Benito. También Manuel Heredia cita la "Cruz de Luis" pero no la tengo identificada.
A destacar también la pérdida de un conjunto de cruces de piedra (conocido como "Las Cruces") que se situaban alrededor de la ermita de Jesús formando un completo Vía Crucis entre esta iglesia y la ermita desaparecida del Sepulcro (en la imagen tenemos un plano de dónde estaba situada la mayoría de ellas, en rojo). Según Manuel Heredia en su "Historia de Porcuna", desaparecieron en 1902 por el abandono y olvido de los que tenían que mantenerlo.
-Cortijos
Situados en el campo y preparados para
abastecer, dar descanso y guardar herramientas a los trabajadores del
extenso término municipal de Porcuna, siendo el hogar de muchos de ellos
en largas temporadas de recolección o cultivo. Dada la creciente
mecanización y sobre todo la mejora en las comunicaciones terrestres, ya
no merece la pena quedarse en el cortijo, por lo que poco a poco han
sido abandonados a su suerte e irán desapareciendo si no se remedia. En
este caso no podemos decir que haya desaparecido ninguno del todo, pero
en algunos casos hablamos de simples ruinas o vestigios de lo que antaño
fue un lugar habitado y con enorme vida.
Algunos históricos son los del Berral, la Atalaya, San Pedro, Pinganillo, Toledillo, Casería Carlicos, Casería del Miedo, San Pantaleón, etc...
-Libros
A veces las únicas referencias que quedan de
nuestra historia o la única forma de salvar nuestra memoria, tan corta
como la vida de un puñado de generaciones. Por ejemplo se perdió gran
parte del Archivo Municipal en el derrumbe de 1885. También perdidos
están los libros de repartimiento del término municipal, en los que se
detallaría bien cómo tuvo lugar la repoblación del lugar tras la
conquista alrededor de 1240.
Aparte, no tengo constancia de que
haya libros escritos en la época de la ciudad árabe, que seguramente darían algo de luz a esa
época de la Hisn Bulkuna de la que tan poco sabemos.
Por otro lado, hay noticias de la publicación de algunos libros que no han llegado a nuestros días, como el "Crónica de Obulco", de Fray Jesús Muñoz, el "Noticias de la Villa de Porcuna" escrito en el siglo XVIII cuyo manuscrito fue remitido "al doctor Siruela por Nicolás Antonio" (existe otra obra del mismo nombre escrita probablemente por Toribio Herrero en el XIX, pero no sabemos si llegó a publicarse). Por suerte, no es descartable que acaben apareciendo gracias a la labor de tantos investigadores porcuneros.
En fin, mucho tenemos que añorar o lamentar, pero sólo nos queda
hacernos fuertes en lo que ya tenemos, le pasa a Porcuna y le pasa a
cualquier lugar del mundo. Eso no quita para que no se puede dar a
conocer todo lo que existe y por supuesto todo lo que existió, que en
ello suele ir gran parte del tiempo dedicado a historia o arqueología, a
saber de dónde venimos, y claro, a dónde vamos.
Enlaces:
-Iglesias y Conventos
-Ermitas y capillas
-Íbero, romano y castillo
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