08 noviembre, 2018

Esta mañana salió el sol, un día más ...

Sin duda que la angustia, el drama, la melancolía, la esperanza, el anhelo, el deseo, la espera y la inquietud son conceptos que nos hablan de la vida y cada uno o muchos de los momentos que todos pasamos en ella. Son sentimientos o situaciones que a nadie le son ajenas, y que no hay humano que no haya sentido alguna vez.

Muchos de esos momentos en nuestra existencia nos los pasamos haciendo cola, aguardando la llegada de algo, esperando por fin la resolución, y muchas de esas ocasiones hacen pasar el tiempo despacito, muy lento y parsimonioso como el caer de esas gotas cuando el charco desde el que caen se agota. Muchos son ratos de impaciencia absoluta, de la más desconsolada y dolorosa incertitud, y nos hacen estresarnos hasta lo imposible, en vez de simplemente conformarnos en el esperar, que también es un disfrute, en todo el viaje a Ítaca, que debería haber sido una expedición soñada, pero del que no aprovechamos cada paso caminante como deberíamos.



Pero a veces la angustia es demasiado grande, y no podemos más que alegrarnos por una cosa, y eso es justo lo que nos atañe hoy, pues esta mañana salió el sol, tenemos un día más... y van unos pocos, y quedan cientos... Y mientras, nosotros, como siempre, viviendo, y esperando, y mientras esperamos se nos pasa la vida en un suspiro, por algo que no sabemos si llegará... por algo que estamos completa y absolutamente seguros de que ni siquiera es futuro, porque ya es un hecho.

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