16 noviembre, 2021

El futuro post número 2000

Sí, lo sé, calculando así a ojo según mi frecuencia habitual de publicación, se supone que la entrada número 2000 no tendría que publicarla por lo menos hasta el año 2032, pero así es la vida machos, hembras y resto de lectores diversos (que la diversidad es muy importante hoy en día, y pasado mañana, también).

Pero sí, uno piensa y pensando pensando la vida se nos va pasando. Para entonces tendré casi 50 tacos de calendario, así como si nada, en un soplo que ahora parecen décadas pero que no, que está al caer. Para entonces habrán cambiado miles de circunstancias, el mundo quizá sea irreconocible, tendremos todos un coche eléctrico y las ciudades serán más verdes y amigables, e incluso los cultivos darán más rendimiento, a saber... Si sigo vivo, que no tiene por qué, estaré más arrugado y con más canas, con menos fuerza y menos ganas, y lo mismo me habré convertido en un cuarentón amargado, cosa que rechazo pero que a saber a lo que me obligan los giros del destino. Habré perdido varias personas más, ojalá no pueda contarlas con los dedos de las dos manos, pero el tiempo es inexorable y ley de vida es la que nos rige, así que inevitablemente se me habrán ido varios tíos y tías más, ojalá ningún primo, que no debería, y probablemente varios más de mis vecinos de siempre, hasta que prácticamente sólo quedemos la segunda generación, que sí, que todo tiene principio y final.



Pienso si para entonces no habrá ya dejado el blog, en algún lugar apartado, a su amor, a su libre degradación por los agentes geológicos externos, botella que quizá dure cientos de años hasta acabar reciclada, quién sabe. Quizá algún día de estos 11 años habré claudicado y convirtiéndome en polvo de estrellas lo habré cerrado, pero quién sabe si para el 2000 aún siga aquí. Prometo para entonces hacer una revisión en serio pensando si quizá no es buen momento ya para dejarlo, tras justo 25 años, santa madre del amor hermoso que me recuerda que eso ya sería más de media vida para mí.

No, no se puede saber, ni se puede adivinar, ni por supuesto hipotetizar con una posibilidad mínima de acierto. Lo que solemos decir es que más o menos no cambie demasiado la cosa, cuando nos va bien, y que vuele hacia donde toque cuando nos va mal.

Así, veo el post número 2000 muy lejano aún, como veía este propio en 2010 (o incluso cuando hice hace no mucho el número 1000), pero mira, aquí estamos escribiendo y leyendo, y es que si sobrevives, el tiempo te arrasa. Y sí, prometo hacer esa revisión que quizá acabe con uno de esos "Y FIN", tan directos y profundos, tan definitivos y desgarradores, sin explicación alguna. Yo no podría evitar darla: todo acabó, me cansé, muchas gracias y ahí tienen 2000 pinceladas de todo lo dicho y comentado, aunque sólo la tercera parte merecerían la pena si retirara toda la morralla o los caprichos de todo este tiempo.


Claro, que si lo pienso, el post número 2000 ni sé cómo será, ni sé si será un homenaje, ni sé si será el último, ni cuándo ni cómo será, o incluso si lo podré escribir yo mismo o algún heredero, así de inquietante es el futuro. De momento, sólo me vale con pensar en ese futuro tan lejano y darme cuenta de que en un visto y no visto estaremos también ahí, y de que todo lo que ahora vemos en el presente será un pasado remoto entonces, y así, simplemente pensar que en dos días el hoy será un insignificante punto en toda una vida, vivámoslo, que a veces eso es lo último que nos queda...

No hay comentarios: