30 noviembre, 2021

La Escuela de Posgrado UGR, un récord negativo

Hace ya más de 10 años que terminé un máster en la Universidad de Granada, de cuya tesis de máster hablé hace un tiempo en esta bitácora al hilo de la tesis "perdida" de la política Cristina Cifuentes. El caso es que aunque pagué los precios públicos correspondientes al título, aún no lo tengo. ¿Dejadez? ¿Pasotismo? ¿Vale para algo?

Bueno, lo cierto es que en todo este tiempo no me ha servido para mucho y dudo que en el futuro lo haga, pero sí, tras abonar la carta de pago y preguntar alguna que otra vez (en ocasiones de forma presencial) por aquella época, siempre obtuve la misma respuesta: "aún no está el título, pregunta más adelante". Así, entre que el horario matutino de atención al público hacía imposible compaginarlo con el trabajo y que tampoco ponen muy fácil que una persona pueda recogértelo (hace falta incluso un poder notarial, ni que fuera la firma de una hipoteca), se han ido pasando los años y no he vuelto a pensar en recogerlo hasta hace unos días, en los que revisando unas cajas con papeles viejos me encontré dicha carta de pago y pensé: "¿llegué a pedir el título al final?, ¿lo tengo?, bueno, preguntaré por si acaso por mail".

Y así que les escribí planteándome si quizá ya se habrían deshecho de él por haber pasado mucho tiempo, o si quizá aún no lo habían expedido... a saber. Me contestaron muy rápido, sólo 2 días después, diciéndome que el título estaba en la Escuela Internacional de Posgrado de la UGR y que podía recogerlo en horario de 9 a 14h pidiendo cita previa online (enlace a la web).

Total, que para asegurarme dónde está dicha Escuela, me metí en Google, donde pude apreciar que han cambiado de sede (ahora están en Avenida de Madrid), y donde surgió el desencadenante de este post: la puntuación de 1 a 5 que tenían en Google era ¡un brutal 1,2!, es decir, lo que en una calificación de 0 a 10 sería un 0,5, vamos, ni poniendo el nombre solo, se puede sacar menos en un examen.


 

La vergüenza cayó de repente sobre mí, vergüenza ajena por una Universidad de Granada en la que ya no estudio, en la que ya no soy representante de estudiantes, en la que ya no trabajo, en la que ya no gestiono una Junior Empresa, en cuyos comedores ya no almuerzo, en la que ya no imparto cursos online y en la que ya no colaboro organizando algún evento, pese a que en el pasado fui estudiante, representante de estudiantes, trabajé de becario, formé una Junior Empresa, comí habitualmente en sus comedores, participé en sus competiciones, impartí cursos en el Centro de Enseñanzas Virtuales, organicé jornadas de comunicación, cursos o festivales, e incluso pegué carteles, por lo que la vergüenza también fue propia, por una Universidad en la que aparte de haber estado lustros relacionado con ella, también tengo buenos amigos, familiares y valorados conocidos.

Que sí, que la UGR no es la Escuela de Posgrado solamente, pues hablamos de una parte, pero de lo que parece ser una oveja negra, casi un "cáncer", pese a que miles de estudiantes de todo el mundo obtienen sus títulos en esta institución una vez acaban sus carreras y debía estar mejor valorada, lo dicho, una auténtica vergüenza.

Y si luego empezamos a leer las reseñas, se nos acaba cayendo cualquier opción de perdón, algunos ejemplos son estos, pero os animo a leerlas, son espectaculares, tanto las recientes de la actual Escuela, que son 67 reseñas, 64 de las cuales son con la mínima nota posible como los de la localización anterior, que son 128 reseñas, donde la nota es un 1,6, que sería un 1,5 sobre 10 más o menos. El hecho de que la nueva localización tenga peor nota que la antigua no indica sino que la cosa aún es susceptible de empeorar.

 

Empecemos por algunas reseñas que llamaría "normales", que son las más habituales: 

-"Hay decenas de números de teléfono, puedes ir llamando a los que quieras, de todos modos nadie contesta."

-"Espero que alguien tome alguna medida, porque el empleado público tiene unas obligaciones; y hay millones de personas formadas y trabajadoras, sin un empleo de calidad como el que estas personas no merecen."

-"Pésima o nula atención, ni intentes llamar por teléfono ya que no lo cogen, por correo no contestan y en persona hay colas enormes. Es difícil hacerlo peor."

 

-"Después de esperar un buen rato te atienden de mala gana y con prisas, la chica que me atendió a mí en concreto era muy mal educada y por supuesto no me solucionó nada."

-"Llevo días llamando a un montón de teléfonos muy bien facilitados en la web pero que no están operativos. ¿Cómo es posible? "

-"No puedo poner todo lo que pienso porque me denunciarían. Vaya funcionarios. Sin duda, de lo peor que tiene la UGR. No contestan a los teléfonos, ni a los correos. Te presentas allí para averiguar algo, y te tratan como si te estuvieran perdonando la vida, como si nada fuera con ellos. /.../ Si en vez de en un organismo público, estuvieran trabajando en una empresa privada, estarían en la calle la mitad de ellos hace mucho tiempo /.../ Os deberían echar a todos, desde el director hasta la que está en el registro. Deberían hacer una buena limpia de morralla y poner a gente que valga, que se interese por su trabajo, que tenga empatía y esté dispuesta a ganarse el pan de cada día."

-"Deben contratar la linea telefonica con otra compañia porque se ve que la actual va regular. O bien los telefonos son muy viejos y no suenan... alguna explicación tendrá. Poque por falta de lineas y numeros de telefono no es."

-"Atención desastrosa (NULA). Imposible el contacto telefónico, imposible conseguir respuesta a e-mails, imposible conseguir cita previa (página web siempre con problemas técnicos), imposible realizar gestiones online."

 

-"Imposible contactar teléfonicamente. Sólo atienden por cita. Trato desagradable del personal. La peor oficina de la UGR".

-"JAMÁS en 3 años llamando por diferentes incidencias y en diferentes tramos horarios he logrado que me cojan el teléfono"

-"Ni trabajan, ni tienen ganas de trabajar. Muy mala atención."

-"La eficiencia y competencias del personal muy baja, no tienen ganas de trabajar ni de ayudar a los alumnos"

-"¿Internacional? No hablan inglés ... "

-"Cuando entras ves a 5 personas sentadas con triple protección mampara, mascarilla, doble mesa y te preguntas qué están haciendo si solo estoy yo en la sala y no me atienden??."

-"Peor servicio de la historia de las universidades. Es una locura, tampoco entiendo como sea posible que todavia este asi."

 -"Si vais con dudas o con algún problema no les hagáis ni caso, porque van a intentar por todos los medios desalentarte para que te marches a casa aunque tu problema tenga solución"

-"No dominan los conocimientos necesarios para realizar su trabajo, son lentos, desorganizados y maleducados (supongo que, ante su propia incompetencia, es un buen recurso ignorar al estudiante o tratarlo con desprecio para que se vuelva por dónde ha venido)"

-"Saludas y preguntas con cortesía, pero siempre actúa como si no te viera, no te saluda, y cuando por fin tarda mucho tiempo en responderte, muestra una cara tan arrogante como si le debieras un millón de euros..."


 -"Xq no se puede evaluar a esta clase d funcionariado intocable, q no sabe hacer nada mas q amargar a los demas"

-"Es una vergüenza, llevo un mes intentando contactar con ellos y jamás he recibido respuesta, deberían ser sancionados"

-"Supongo que lo de trabajar no les gusta mucho."

-"Increíble preocupante y alarmantemente sobrenatural que llames 68 veces entre todos los teléfonos y no se dignen a coger el teléfono ni una vez. Ni una!"

-"El peor servicio de atención al cliente que he visto nunca, ni contestan al teléfono ni a los e-mails..."

-"La última vez que fui les enseñé 17 llamadas realizadas el día anterior y no respondieron a ninguna, y me comentaron que no tienen tiempo para ello (hay 4 personas y no tienen asignada a ninguna para atender llamadas telefónicas)."

-"Como les preguntes algo que no sepan, pues te contestarán a la defensiva como niños pequeños."

 

 

Y luego están las reseñas humorísticas, de gente que prefiere tomárselo a risa, porque de otro modo supongo que entrarían con un bazooka o lanzallamas acabando con todo a diestro y siniestro. Riámonos un rato, para no llorar:

-"Es más fácil contactar con espíritus que con Posgrado."

-"Me hace gracia imaginarme que tienen los teléfonos sonando apiñados en un despacho cerrado con un gran candado."

-"Si se pudieran poner estrellas negativas se llevaba -5, ya cuesta contactar pero luego es que ni hacen el mínimo esfuerzo por atender...

- "Son la oficina de Schrodinger"

-"Creo que no han debido encender el teléfono nunca."

-"Si quieres saber que es la auténtica mallafollá granaína, pásate por la Escuela de Postgrado de la UGR."

-"Punta de lanza de la burocracia kafkiana española, imposible realizar ningún trámite sin ver pasar tu vida ante tus ojos."

-"Me ha dado tiempo a terminar el máster y todavía no me han contestado ni una vez al teléfono..."

-"Voy a escribir una reseña aunque dudo que sean capaces de leerla, porque tiene pinta de que no saben manejar bien el ordenador."

-"Cuando un día hagan algo bien y a la primera habrá que darles una medalla al mérito. Se dedican a calentar la silla."

-"Si algún día cogen el teléfono habrá sido por ganar alguna apuesta"

 

 

Desde aquí invito a la Universidad de Granada a poner cartas en el asunto, pues no es normal un chorro de reseñas así. Probablemente es la institución peor valorada de la historia, incluyendo restaurantes de Tripadvisor donde ha debido morir de forma fulminante bastante gente intoxicada. Algo debe estar cociéndose ahí, y si no es culpa de los funcionarios ahí presentes, será otro problema, pero han de solucionarlo cuanto antes. Es la imagen de la UGR y de toda su actual y pasada comunidad educativa, sobre la que tamaña calificación también pende, como trabajadores, estudiantes o egresados, de una institución tan penosamente valorada.

En lo que a mí respecta, y ya no os molesto más, que con tanto comentario he alargado demasiado la cosa: una vez tomada nota de las reseñas pensé que era absurdo pedir una mañana en el trabajo o pedir entrar más tarde, porque seguramente no me atenderían o el título realmente no aparecería pese a indicarme que lo tenían, por lo que (iluso de mí) les pregunté por email si en Navidad (que estaré de vacaciones en Granada) trabajan, para aprovechar para recoger tras una década el título, pero me contestaron que no, así que poco a poco fui pensando que quizá nunca podré tener el título, o quizá sea un reto, quién sabe...

Os iré informando en futuras actualizaciones, continuará...




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