07 marzo, 2022

Siempre son los 80

 Me descubro escuchando una música compuesta a mediados de los 80, incluida en un recopilatorio de grandes éxitos publicado en 1998, hace 25 años casi, cuando todos esos éxitos eran ya clásicos antiguos que hoy han cumplido ya los 35 años.

Me recuerdo escuchando con pavor en 1995 música de 1968 como si fuera antediluviana, como si fuera de nuestros abuelos, arcaica y desprovista de modernidad alguna, acabada, envejecida y enterrada para nuestra generación, y me doy cuenta de que habían pasado 27 años solo, y de que hoy día, para un chaval de mi edad de entonces, correspondería ni más ni menos a 1995, justo aquel año en el que aquellos éxitos sesenteros me parecían de otro mundo.

No quiero ni pensar ya en una comparativa respecto a música de por ejemplo 1948, que yo escuchaba en 1993 como si se tratara de música polifónica de la Edad Media, de requiebros de Berlioz, Smetana o Dvorak, previos incluso a Adán y Eva, con nada más y nada menos que 45 años de vida. Hoy día, la música primera de Dire Straits, algunos de los primeros discos de Queen o gran parte de los enormes rockeros de los 70 que escuchamos a todo trapo en Rock FM como si siguieran plenamente vigentes, tienen más de esa edad. Y sí, son prehistóricos para los de ahora, ley de vida.

Un chaval que ahora cumple 80 escuchaba como loco esa música suya de los 50, y siguió escuchándola años después como si siguiera aún vigente, y llegaron los 70 y ahí seguía, y en los 90 pensaba que la música presente era peor que aquellos superclásicos de los 50, y hoy día, para él, cumpliendo ocho décadas, siempre siguen estando vigentes, siguen siendo los 50.


 

Yo soy heredero de los 80, y por supuesto sé que nunca habrá época musical mejor, como todas, esa que fue desde mediados de los 70 hasta mediados de los 90, la mía, la previa... Luego siempre hubo buena música, pero hoy ya no entiendo la actual, con los reguetones, traps y experimentos que fusionan la propia fusión fusionada. Hoy me refugio en aquellos viejos discos que tienen casi mi edad, aquellos que escuchaba de adolescente y cuyos grandes éxitos recopilando una época pasada, compraba en Compact Disc en el instituto o en Mp3 pirateados en la facultad, así era por entonces, cuando hoy todo suena en Streaming, concepto irresoluble encontes.

Hoy me refugio un momento en los 80, enseñándole a la que juega en la alfombra que todo eso existió, que existe y existirá, que nunca habrá nada mejor, cultura musical a borbotones que brota en unos viejos sistemas desfasados, porque sí, hoy y mañana, siempre son los 80.

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