17 enero, 2023

La obra o el artista, un dilema

A veces se dice que hay que saber separar lo personal de lo laboral, y que los que no saben hacerlo acaban teniendo problemas. Me parece una analogía adecuada a lo que hoy voy a tratar, que se refiere a saber separar la obra del artista, de la persona que la ha realizado.

Cuántas veces no nos ha pasado que nos hemos topado con una bellísima persona que luego es una inútil como compañera de trabajo o equipo, e igualmente una persona antipática y detestable que luego es estupenda formando un grupo...

Cuántas veces no hemos oído hablar de artistas que luego eran unas horribles personas o que cometieron terribles actos, y al revés, cuántas malísimas obras han sido realizadas por personas que tienen nuestro completo respeto y reconocimiento...

¿Deberíamos ser condescendientes con la obra cuando la persona merece la pena y no queremos desprestigiarla solo por haber creado algo feo u horrible?

¿Deberíamos condenar una magnífica obra simplemente porque el autor o artista ha fracasado como persona y lo odiamos?

 La verdad es que cuesta mucho, porque al fin y al cabo las obras no son más que apéndices del autor, parte de ellos mismos, de su alma, de lo que fueron en cierto momento, del pasado que serán, y si el autor es una malísima persona, al fin y al cabo esa maldad quedará inevitablemente plasmada en su obra, aunque no literalmente, pero sí en la reputación que esta tendrá (obviamente una gran obra de una buenísima persona, siempre estará mejor tratada). 

Yo creo que como seres humanos irracionales que somos muchas veces, nos es imposible separar una cosa de otra, y así surgen las cazas de brujas que van en contra de las obras porque simplemente un artista no se merece ser reconocido por ellas, y hay quemas de libros, destrucción de estatuas, de películas, prohibición de canciones, de bailes, etc... ¿Se merecen eso las obras? 


 

Bueno, las obras no sienten ni padecen, así que no hay por qué evitarles ningún sufrimiento. Eso sí, ¿tienen alguna culpa las futuras generaciones de que un sátrapa fuera un gran artista? ¿Debemos por ello privarles de la obra haciéndola desaparecer? Yo creo que no, y sí opino firmemente que la obra debe quedar manchada o marcada en cierta manera, en plan: "La gran novela X del horrible ser humano X de X", no pasaría nada, y así, simplemente sabemos lo que leemos, aunque el simple hecho de pensar que todo esa maravilla que estamos llevándonos al cerebro lo haya escrito alguien que nos hace vomitar, sea tan contradictorio.

Y por otro lado, lo antes comentado, y que me interesa menos. ¿Merece más una mala obra por haberla hecho un gran artista? Pues sí, no hay más que ver que hoy en día, y también en el pasado, un gran nombre ya vende de por sí, es como somos los seres humanos y no hay por qué darle más vuelta. Eso sí, como tenemos un tiempo finito, no os recomiendo perder el tiempo en esas malas obras, ni defenderlas ante otros que las critiquen, sino centrarnos en las buenas, en el personaje, y entendiendo que todo lo malo, todos los borradores, las creaciones en tiempos de sequía, de inapetencia, de simplemente baja creatividad, también forman parte del proceso para crecer, para poder crear esas otras maravillas. Pero no, no seamos tontos: mala obra es mala, la haga quien la haga.

E igual, una obra buena siempre lo será, aunque quede manchado su nombre por un autor que no fue buen ser humano. Obra o artista, cuál debe prevalecer, ése es el dilema.


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