18 febrero, 2014

Yo no soy racista, pero...

Todavía no he oído nunca decir a nadie: "Yo soy racista, pero...", y contar algo que le pasó... Así que por eso no me da demasiada credibilidad alguien que comienza con un "Yo no soy X" y lo acaba con un "pero" de manual...

Sí, no eres X, pero tienes comportamientos y se te han dado situaciones que podrían ser perfectamente calificadas como X, y que de hecho tú mismo calificarías como X en personas que crees que son X.  (Sustituyan X por los que se les ocurra, como "racismo" por ejemplo y habrán completado un bonito juego).

En definitiva, el ser humano es así, le gusta descargarse de responsabilidad respecto de lo que van a decir, han dicho, dirán, van a hacer, han hecho o harán. Somos así. Quizá hemos actuado exactamente igual que a alguien que etiquetaríamos como racista, pero nosotros no lo somos. No somos capaces de ponernos en el lugar de los demás, es nuestra naturaleza, egoístas de nacimiento, con un egoísmo del que se puede escapar, pero del que quien escapa al final acaba siendo tildado de tonto por no aprovecharse también de los demás.

Lo siento chico, o chica. La próxima vez que digas un "yo no soy X, pero..." acuérdate de lo que digo: no eres pero actúas como tal, y con ese pliego de descargo, con esa venda antes de tener la herida, con ese papel de fumar con el que te la coges, no vas a conseguir ocultar la realidad ni siquiera a ti mismo...  Nadie está exento de ser racista un día, y eso no quiere decir que en general lo sea, pero como se suele decir: el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra, y horas después se fueron todos por aburrimiento, y la adúltera lapidada se fue a su casa, tan tranquila, inocente, de rositas, como por otro lado merecía...


No hay comentarios: