Neolengua, la nueva normalidad
Ya dijo Orwell que en este mundo alienado del futuro, una de las claves, aparte de que nos espiarían, aparte de que viviríamos dando parte de nuestra libertad a cambio de una supuesta protección, aparte de que daríamos todos nuestros datos a cambio de la gratuidad de algunos servicios, aparte de que daríamos parte en todo momento de nuestra situación en lo que respecta a la salud, el lugar e incluso nuestros pensamientos (qué si no es Twitter, por ejemplo), el lenguaje iba a cambiar, iba a modificarse para edulcorar este nuevo paradigma, para hacerlo digerible y creíble, para que los "Goblins" que mandan sobre nosotros estén tranquilos.
Esta neolengua consiste en no llamar a las cosas por su nombre, para protegernos, para proteger a unos y otros de nosotros mismos, de los otros, para hacer un supuesto mundo mejor en el que ni siquiera al ser humano se le llama así. Un llamar "nobueno" a lo "malo" para que deje de parecer malo sin dejar de serlo en el fondo.
Estos días estamos oyendo hablar de un término maquiavélico en manos equivocadas, como es el de la "nueva normalidad". Se definiría como el momento en el que acaben las fases definidas del desescalado de las medidas de confinamiento en España, y se llegue a un periodo en el que para nada podremos vivir como antes lo hacíamos y las cosas serán bastante diferentes a como eran en el mes de febrero. Se le llama "nueva normalidad" porque se nos intenta hacer ver que a partir de ahora esa va a ser la normalidad, para que entendamos que jamás quizá volveremos a lo que antes considerábamos normal, porque a partir de ahora eso va a ser considerado "normal".
Sí, de una forma dictatorial y escandalosa nos han birlado lo que conocíamos por normalidad, y nos hacen ver que jamás volverá. Los medios han corrido a usarla, al servicio del poder, como siempre, pues se saben poderosos aún, y poco a poco nos la han metido en la cabeza, como nos metieron otros palabros como "chapapote" en su momento.
Algunos intentaron tímidamente resistirse llamando acertadísimamente "relativa normalidad" al periodo una vez acabe la Fase 3 de desescalado, pero están siendo arrasados por ese concepto desastroso para lo que fuimos, para lo que somos. Desde aquí me opongo a usarlo, pues eso no es normalidad, es otra cosa, es un estado de alarma encubierto en el que no se puede hacer nada de nada sin permiso del gobierno. Eso no es "nueva normalidad", eso es un "nuevo confinamiento".
Para terminar, y relativo a lo mismo, habría también un "neolenguaje no verbal" o "neolenguaje gestual" o incluso "neocariño". Más allá del tema de que ahora nos saludamos con la mirada o dándonos con el pie o el codo, me refiero a algo que ya he escuchado un par de veces los últimos días, ante la imposibilidad de besarnos, una persona le dice a otra al despedirse: "un besito", igual que en un whatsapp o una llamada de teléfono, pero en persona... escalofriante...
#QuédateEnTuTérminoMunicipal
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