19 febrero, 2021

Libertad de expresión, pero hasta un límite

Cuando escucho las canciones polémicas de Pablo Hasél me embargan dos emociones contradictorias: por un lado me recuerdan mucho a mi época rapera, allá por mitad de la década de los 2000, con una estética típica en sus vídeos, un tono de voz de manual y un trasfondo completamente comprometido con la gente del pueblo, con lo social, con una ideología quizá demasiado marcada en lo antisistema o más bien en lo anti-gobierno y anti-fuerzas de seguridad, yendo a lo que va, sin medias tintas, hablando claro y con una independencia y falta de pelos en la lengua habituales en el mundo del rap y hip-hop, pero aún más marcadas. En cualquier caso, artísticamente defendible, podríamos decir que a algunos nos ayudaría a sentirnos mejor, a desahogarnos frente al poder, y por supuesto es incluso idolatrable por jovencillos aún sin formar completamente, es lógico, e identificable para cualquier otro que se posicione allá por la izquierda bastante izquierda.

Por otro lado, veo demasiado odio, demasiado mal ejemplo, demasiada desproporcionalidad, demasiado fuego a discreción, y me da la sensación de que incluso él da la sensación de estar abducido o aborregado por algo superior que no le deja pensar o discernir, simplemente disparar, rajar, desollar, sin oír siquiera una opinión distinta, como si todo eso fuera absolutamente verdadero, como si estuviéramos tan sometidos que no nos diéramos cuenta, y por este lado me da la sensación de ser yo uno de esos señoros de derecha rancia que en sus canciones sólo ven un terrorista.


 

Y así, más o menos me posiciono en mis sentimientos al respecto, pero por encima de todo hemos de pensar en la libertad de expresión, en la artística y en la que no, que es muy fácil también decir a veces "ojalá os muráis todos de un bombazo, perros asquerosos" a una multitud, y luego añadir un "pero era broma, eh!", un "tenías que reventar como el lagarto de Jaén, pedazo de mierda", y luego simplemente irse tan campante con un "ojo, y esto es una invención artística, no me puedes hacer nada, es mi libertad de expresión", o un "ojalá te gasearan, a ti y a tu familia, basura judía", y con total tranquilidad argüir que "era un chiste, una ironía, no pasa de ahí, no hay que tener la piel tan fina"... Sí, cosas parecidas en otro tono y dirigidas a gobernantes o policías españoles (ojo, también a vividores a nuestra costa, que ahí casi lleva razón), son las que podemos encontrar en las letras del Hasél este, y no, hay un listón para todo ello, no podemos hacer lo que queramos porque hay "libertad de expresión", lo explico fácil:

Libertad de Expresión significa que tú tienes derecho a expresar tus opiniones o ideas sin temor a represalias posteriores, PERO... está sujeta a que se debe respetar los derechos y reputación de otros y no poner en peligro el orden o la salud públicos.

¿Quién decide si una opinión mía está respetando los derechos de otros o pone en peligro la salud pública? Pues por desgracia, o por suerte: un juez, y por desgracia la justicia está comprada por los gobiernos, o directamente son lo mismo... ¿Solución? No, tirar piedras a diestro y siniestro, quemar contenedores y coches o arrasar negocios inocentes no es una solución. ¿Votar quizá en las elecciones? Sí, esa sería una solución, y me da la sensación de que por una vez, con Podemos en el Gobierno de España, habíamos conseguido que se nos escuchara, sin tener que tirar piedras, pero ellos mismos acaban siempre por tirar las piedras contra su tejado, porque parece ser que la cabra tira al monte.

Lo dicho, que no vale decir lo que me dé la gana difamando, diciendo mentiras o poniendo en peligro a otros, eso no es libertad de expresión por tanto, y hay que perseguirlo. ¿Puede salir un tío en los medios diciendo que el virus es mentira y las vacunas son un experimento para dominarnos a todos? Pues por poder, puede salir, pero está poniendo en peligro la salud pública y hay que perseguirlo. ¿Se les está persiguiendo? Pues diría que no, así que sí que se les está dejando bastante espacio de libertad de expresión, la verdad.

¿Puede salir un tío como Hasél con sus letras incendiarias incitando a la violencia, diciendo que ojalá les den un tiro en la nuca o exploten algunos? Pues de primeras, muchas de sus letras dicen cosas fuertes pero entendibles dentro de su contexto, el problema es cuando ya va a mucho más, porque ve que no pasa nada, porque ve que le aplauden... y entonces, no por un par de letrillas, sino por todo un argumentario, hay que pararle los pies. ¿Incitan a la violencia? Sí, basta con ver un poco cómo arden las calles.

Pero, ¿y los Borbones que están robándonos, y los del PP, y los del PSOE, con los policías desproporcionados y represores, con los herederos del franquismo, con la oligarquía, con las puertas giratorias? ¿De esos no hablamos, no? Pues que eso exista no tiene que ver con la libertad de expresión de Hasél, hay que perseguir a Hasél y hay que perseguir a los Borbones, eso está claro, e incluso aunque yo ahora aplauda parte de las letras incendiarias de Hasél, sé que en gran parte de ellas sólo buscaba la polémica y hacer daño, y hay que pararlo de algún modo. ¿Cárcel? Pues no sé, pero avisado había quedado hace años, y más bien ha ido a más, se lo ha buscado, vamos... Y encima le hacen mártir que al final es lo que buscan, es un modus operandi similar al de los políticos presos catalanes.

Total, que por suerte la Justicia también nos defiende de algo así, de una difamación, de una mentira, de un loco que dice cualquier cosa y hunde nuestra reputación, por suerte. ¿Entonces por qué los tontos salen a decir que eso es "Libertad de Expresión"? Pues primero porque no tienen ni idea de lo que es, y segundo porque les viene bien hoy, y mañana dirán que es una barbaridad lo que dicen otros, y que eso no es libertad de expresión, porque les viene mal... Y ante las veletas, está la Justicia, que supuestamente es igual para todos.


 

¿Llevan razón las letras de Hasél? Sí, todas, los Borbones nos roban, España nos roba, las eléctricas nos roban, la Carmen Calvo nos quita lo que era nuestro, los partidos conspiran (diría que Podemos también, parece ser, ojo), Florentino y Amancio se enriquecen a nuestra costa, los bancos nos desahucian, etc, etc. ¿Alguien lo tiene que expresar, que decir, que inquietar, que molestar? Sí, que lo haga Hasél, que lo hagan los que quieran, pero no se puede desear la muerte tan gratuitamente, tan cruelmente, ¿incluso no se puede desear la muerte a Hitler? Oye, pues ojalá se hubiera muerto en 1935, pero no pasó. ¿Me gustaría que se muriera gente? Pues sí, y mi libertad de expresión es decirlo. ¿Puedo añadir que les explote una bomba o le peguen un tiro en la nuca? Pues oye, ya te arriesgas, que tampoco hay por qué morir como un perro o enaltecer el terrorismo. ¿Puedo decir Gora ETA? Pues te has vuelto a arriesgar, que son unos terroristas, que está muy feo y que aunque digas que es Libertad de Expresión, está tan feo que algo se debería de poder hacer...

Y para acabar, una pincelada con el humor... Atención, que va mi chiste sobre las piernas de la Irene Villa... ¡A que soy gracioso!, pues hijo, tienes la gracia en el culo, quizá no harías el chiste si le hubiera pasado a tu hermana. Gracia no tienes ninguna, y me dices que es Libertad de Expresión poder decir ese chiste. No te digo que no, y no deberían hacerte nada por un chiste sólo, pero si te envalentonas, vas más allá, con más dureza y en lo que parece ser un argumentario de odio, el sistema nos debería proteger de ti de alguna manera, como del que va por ahí quemando contenedores, es sencillo, y el que no lo quiera entender, es que quizá sólo ha puesto al Hasél como una excusa para hacer el idiota y mostrar su complejo de tenerla pequeña, que debe ser grande, y los imbéciles que como el Echenique (carne de chistes sobre robots y cacharros electrónicos) lo apoyan o lo fomentan, deberían ser claramente reprimidos por el sistema, o por la gente en las urnas, a partes iguales.

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