30 noviembre, 2021

La Escuela de Posgrado UGR, un récord negativo

Hace ya más de 10 años que terminé un máster en la Universidad de Granada, de cuya tesis de máster hablé hace un tiempo en esta bitácora al hilo de la tesis "perdida" de la política Cristina Cifuentes. El caso es que aunque pagué los precios públicos correspondientes al título, aún no lo tengo. ¿Dejadez? ¿Pasotismo? ¿Vale para algo?

Bueno, lo cierto es que en todo este tiempo no me ha servido para mucho y dudo que en el futuro lo haga, pero sí, tras abonar la carta de pago y preguntar alguna que otra vez (en ocasiones de forma presencial) por aquella época, siempre obtuve la misma respuesta: "aún no está el título, pregunta más adelante". Así, entre que el horario matutino de atención al público hacía imposible compaginarlo con el trabajo y que tampoco ponen muy fácil que una persona pueda recogértelo (hace falta incluso un poder notarial, ni que fuera la firma de una hipoteca), se han ido pasando los años y no he vuelto a pensar en recogerlo hasta hace unos días, en los que revisando unas cajas con papeles viejos me encontré dicha carta de pago y pensé: "¿llegué a pedir el título al final?, ¿lo tengo?, bueno, preguntaré por si acaso por mail".

Y así que les escribí planteándome si quizá ya se habrían deshecho de él por haber pasado mucho tiempo, o si quizá aún no lo habían expedido... a saber. Me contestaron muy rápido, sólo 2 días después, diciéndome que el título estaba en la Escuela Internacional de Posgrado de la UGR y que podía recogerlo en horario de 9 a 14h pidiendo cita previa online (enlace a la web).

Total, que para asegurarme dónde está dicha Escuela, me metí en Google, donde pude apreciar que han cambiado de sede (ahora están en Avenida de Madrid), y donde surgió el desencadenante de este post: la puntuación de 1 a 5 que tenían en Google era ¡un brutal 1,2!, es decir, lo que en una calificación de 0 a 10 sería un 0,5, vamos, ni poniendo el nombre solo, se puede sacar menos en un examen.


 

La vergüenza cayó de repente sobre mí, vergüenza ajena por una Universidad de Granada en la que ya no estudio, en la que ya no soy representante de estudiantes, en la que ya no trabajo, en la que ya no gestiono una Junior Empresa, en cuyos comedores ya no almuerzo, en la que ya no imparto cursos online y en la que ya no colaboro organizando algún evento, pese a que en el pasado fui estudiante, representante de estudiantes, trabajé de becario, formé una Junior Empresa, comí habitualmente en sus comedores, participé en sus competiciones, impartí cursos en el Centro de Enseñanzas Virtuales, organicé jornadas de comunicación, cursos o festivales, e incluso pegué carteles, por lo que la vergüenza también fue propia, por una Universidad en la que aparte de haber estado lustros relacionado con ella, también tengo buenos amigos, familiares y valorados conocidos.

Que sí, que la UGR no es la Escuela de Posgrado solamente, pues hablamos de una parte, pero de lo que parece ser una oveja negra, casi un "cáncer", pese a que miles de estudiantes de todo el mundo obtienen sus títulos en esta institución una vez acaban sus carreras y debía estar mejor valorada, lo dicho, una auténtica vergüenza.

Y si luego empezamos a leer las reseñas, se nos acaba cayendo cualquier opción de perdón, algunos ejemplos son estos, pero os animo a leerlas, son espectaculares, tanto las recientes de la actual Escuela, que son 67 reseñas, 64 de las cuales son con la mínima nota posible como los de la localización anterior, que son 128 reseñas, donde la nota es un 1,6, que sería un 1,5 sobre 10 más o menos. El hecho de que la nueva localización tenga peor nota que la antigua no indica sino que la cosa aún es susceptible de empeorar.

 

Empecemos por algunas reseñas que llamaría "normales", que son las más habituales: 

-"Hay decenas de números de teléfono, puedes ir llamando a los que quieras, de todos modos nadie contesta."

-"Espero que alguien tome alguna medida, porque el empleado público tiene unas obligaciones; y hay millones de personas formadas y trabajadoras, sin un empleo de calidad como el que estas personas no merecen."

-"Pésima o nula atención, ni intentes llamar por teléfono ya que no lo cogen, por correo no contestan y en persona hay colas enormes. Es difícil hacerlo peor."

 

-"Después de esperar un buen rato te atienden de mala gana y con prisas, la chica que me atendió a mí en concreto era muy mal educada y por supuesto no me solucionó nada."

-"Llevo días llamando a un montón de teléfonos muy bien facilitados en la web pero que no están operativos. ¿Cómo es posible? "

-"No puedo poner todo lo que pienso porque me denunciarían. Vaya funcionarios. Sin duda, de lo peor que tiene la UGR. No contestan a los teléfonos, ni a los correos. Te presentas allí para averiguar algo, y te tratan como si te estuvieran perdonando la vida, como si nada fuera con ellos. /.../ Si en vez de en un organismo público, estuvieran trabajando en una empresa privada, estarían en la calle la mitad de ellos hace mucho tiempo /.../ Os deberían echar a todos, desde el director hasta la que está en el registro. Deberían hacer una buena limpia de morralla y poner a gente que valga, que se interese por su trabajo, que tenga empatía y esté dispuesta a ganarse el pan de cada día."

-"Deben contratar la linea telefonica con otra compañia porque se ve que la actual va regular. O bien los telefonos son muy viejos y no suenan... alguna explicación tendrá. Poque por falta de lineas y numeros de telefono no es."

-"Atención desastrosa (NULA). Imposible el contacto telefónico, imposible conseguir respuesta a e-mails, imposible conseguir cita previa (página web siempre con problemas técnicos), imposible realizar gestiones online."

 

-"Imposible contactar teléfonicamente. Sólo atienden por cita. Trato desagradable del personal. La peor oficina de la UGR".

-"JAMÁS en 3 años llamando por diferentes incidencias y en diferentes tramos horarios he logrado que me cojan el teléfono"

-"Ni trabajan, ni tienen ganas de trabajar. Muy mala atención."

-"La eficiencia y competencias del personal muy baja, no tienen ganas de trabajar ni de ayudar a los alumnos"

-"¿Internacional? No hablan inglés ... "

-"Cuando entras ves a 5 personas sentadas con triple protección mampara, mascarilla, doble mesa y te preguntas qué están haciendo si solo estoy yo en la sala y no me atienden??."

-"Peor servicio de la historia de las universidades. Es una locura, tampoco entiendo como sea posible que todavia este asi."

 -"Si vais con dudas o con algún problema no les hagáis ni caso, porque van a intentar por todos los medios desalentarte para que te marches a casa aunque tu problema tenga solución"

-"No dominan los conocimientos necesarios para realizar su trabajo, son lentos, desorganizados y maleducados (supongo que, ante su propia incompetencia, es un buen recurso ignorar al estudiante o tratarlo con desprecio para que se vuelva por dónde ha venido)"

-"Saludas y preguntas con cortesía, pero siempre actúa como si no te viera, no te saluda, y cuando por fin tarda mucho tiempo en responderte, muestra una cara tan arrogante como si le debieras un millón de euros..."


 -"Xq no se puede evaluar a esta clase d funcionariado intocable, q no sabe hacer nada mas q amargar a los demas"

-"Es una vergüenza, llevo un mes intentando contactar con ellos y jamás he recibido respuesta, deberían ser sancionados"

-"Supongo que lo de trabajar no les gusta mucho."

-"Increíble preocupante y alarmantemente sobrenatural que llames 68 veces entre todos los teléfonos y no se dignen a coger el teléfono ni una vez. Ni una!"

-"El peor servicio de atención al cliente que he visto nunca, ni contestan al teléfono ni a los e-mails..."

-"La última vez que fui les enseñé 17 llamadas realizadas el día anterior y no respondieron a ninguna, y me comentaron que no tienen tiempo para ello (hay 4 personas y no tienen asignada a ninguna para atender llamadas telefónicas)."

-"Como les preguntes algo que no sepan, pues te contestarán a la defensiva como niños pequeños."

 

 

Y luego están las reseñas humorísticas, de gente que prefiere tomárselo a risa, porque de otro modo supongo que entrarían con un bazooka o lanzallamas acabando con todo a diestro y siniestro. Riámonos un rato, para no llorar:

-"Es más fácil contactar con espíritus que con Posgrado."

-"Me hace gracia imaginarme que tienen los teléfonos sonando apiñados en un despacho cerrado con un gran candado."

-"Si se pudieran poner estrellas negativas se llevaba -5, ya cuesta contactar pero luego es que ni hacen el mínimo esfuerzo por atender...

- "Son la oficina de Schrodinger"

-"Creo que no han debido encender el teléfono nunca."

-"Si quieres saber que es la auténtica mallafollá granaína, pásate por la Escuela de Postgrado de la UGR."

-"Punta de lanza de la burocracia kafkiana española, imposible realizar ningún trámite sin ver pasar tu vida ante tus ojos."

-"Me ha dado tiempo a terminar el máster y todavía no me han contestado ni una vez al teléfono..."

-"Voy a escribir una reseña aunque dudo que sean capaces de leerla, porque tiene pinta de que no saben manejar bien el ordenador."

-"Cuando un día hagan algo bien y a la primera habrá que darles una medalla al mérito. Se dedican a calentar la silla."

-"Si algún día cogen el teléfono habrá sido por ganar alguna apuesta"

 

 

Desde aquí invito a la Universidad de Granada a poner cartas en el asunto, pues no es normal un chorro de reseñas así. Probablemente es la institución peor valorada de la historia, incluyendo restaurantes de Tripadvisor donde ha debido morir de forma fulminante bastante gente intoxicada. Algo debe estar cociéndose ahí, y si no es culpa de los funcionarios ahí presentes, será otro problema, pero han de solucionarlo cuanto antes. Es la imagen de la UGR y de toda su actual y pasada comunidad educativa, sobre la que tamaña calificación también pende, como trabajadores, estudiantes o egresados, de una institución tan penosamente valorada.

En lo que a mí respecta, y ya no os molesto más, que con tanto comentario he alargado demasiado la cosa: una vez tomada nota de las reseñas pensé que era absurdo pedir una mañana en el trabajo o pedir entrar más tarde, porque seguramente no me atenderían o el título realmente no aparecería pese a indicarme que lo tenían, por lo que (iluso de mí) les pregunté por email si en Navidad (que estaré de vacaciones en Granada) trabajan, para aprovechar para recoger tras una década el título, pero me contestaron que no, así que poco a poco fui pensando que quizá nunca podré tener el título, o quizá sea un reto, quién sabe...

Os iré informando en futuras actualizaciones, continuará...




25 noviembre, 2021

De rankings frikis (¿parte 1?)

Hola niños, ¡Buenos días! (principio típico de programa televisivo de divulgación pero a la vez entretenimiento, nada más lejos de la realidad de mi botella, incluso puede que no lo estéis leyendo de día, o incluso que yo tampoco lo esté escribiendo por la mañana, pero no, sí que escribo estas letras a las 8:41 de la mañana y vosotros las leéis cuando os da la gana, eso por supuesto).

Por dónde iba, ah sí: pues eso niños, que hoy vamos a hacer rankings frikis, o quizá bizarros que se diría ahora (en mis tiempos mozos, bizarro significaba otra cosa que nadie entiende ahora salvo los 'Boomers' y pocos 'Millenials'), o incluso estúpidos e inútiles podríamos decir. A ver los que se me ocurren, a ver los que consigo razonar en condiciones, quizá demasiado superficialmente o quizá incluso con demasiada minuciosidad.

¿Alguna vez habéis pensado cuál es el mejor día de la semana? ¿El mejor número? ¿Quizá el mejor cubierto? ¿Puede que la mejor prenda de ropa? ¿El mejor medio de transporte? ¿Puede que el mejor mes del año, la mejor hora, el mejor minuto, el mejor día para cumplir años? Pues claro que sí, y yo también, y como este es mi sitio y yo soy el que lo escribo, aprovecharé para soltarlo, alguno de ellos. Quién sabe, quizá esto sea el principio de una de mis series de posts, larga larga en el tiempo, o quizá una serie individual, que a serie no llega si no son al menos dos, pero que tiene derecho a existir. Empezamos:



CUÁL ES EL MEJOR DÍA DE LA SEMANA

Este tipo de cosas se suelen hacer primero por descarte, quitando al principio la broza obvia para quedarnos con un conjunto más fácil de manejar, luego entrarían filias y fobias que nos permitirían quitar otras de forma más arbitraria y subjetiva, y finalmente llegaría el momento de razonar, de afinar, de cribar y finalmente pulir bien al ganador.


Se me ocurre primero descartar el lunes, por motivos obvios: vuelta al cole, primer día de trabajo, madrugón después de un par de días sin hacerlo... imposible. Descarto también el martes, por ser parecido, por no habernos acostumbrado aún al madrugón y porque la semana aún se va a hacer muy larga. Por un motivo pesimista descarto el domingo, porque aunque pueda empezar con fuerza, luego nos damos cuenta de que es el atardecer del fin de semana y su parte final es muy triste. Así, nos quedan miércoles-jueves-viernes-sábado. Una forma muy efectiva de eliminar alguno cuando queda un conjunto es enfrentarlos en eliminatorias, de modo que si tenemos suerte, estaremos enfrentando dos muy buenos y dos muy malos, y la final será por suerte obvia, probemos:  si enfrentamos a sábado contra viernes, tenemos la desventaja de que uno de los dos días no se suele trabajar y tampoco se madruga, que nos permite hacer lo que queramos, que nos da margen de 24 horas para ser nosotros mismos, estar con nuestra gente, hobbies, etc... no hay color, gana el sábado.  Si por el otro lado enfrentamos a miércoles y jueves, tampoco habrá color, porque el hecho de que "mañana es viernes" que tiene el jueves, es imbatible, y ojo, aunque el miércoles pueda ser muy de "actividades extra" u ocio, y ya esté lo suficientemente lejos de los madrugones sin costumbre de lunes y martes, el jueves también se pueden hacer esas actividades extra y aún quedaría un día de trabajo de margen para recuperarnos. Para colmo, algunos jueves, por serlo, engancharían con algún puente y harían un fin de semana largo, diferente. Sin duda, tenemos finalistas: Jueves y Sábado.  

Antes de seguir, me encantaría repasar la paradoja surgida, y es que el jueves ha sido finalista porque "mañana es viernes", pero el viernes ha quedado eliminado previamente. Con eso quiero decir que por la manera de hacerlo, lo que queríamos es obtener un ganador, pero es posible que el perdedor de la final no sea el que hubiera sido el 2º clasificado, por como hemos hecho los emparejamientos. A pesar de eso, podríamos luego enfrentarlos si queremos una clasificación detallada, pero no es el propósito de este post. Lo que sí diría es que no es tan obvio que viernes gana a jueves, porque la gran ventaja del jueves es moral, ya que aún podemos hacer muchas cosas como un día normal, pero tenemos el subidón de que mañana es el último. El viernes ya estamos muy relajados respecto a eso, y por otro lado lo que no hayamos hecho ya, no vamos a tener tiempo de hacerlo, así que diría que el jueves también vencería frente al viernes.

Total, que nos encontramos ante la gran final, y aquí no hay color: un día con menos trabajo que otro, con menos madrugón, con más actividades para hacer... Lo único es que nos cambia mucho la rutina, pero queremos hacerlo, y quizá ciertas cosas no se permiten un fin de semana, que sí podemos hacerlas entre semana, la parte burocrática de la vida, algunas compras, algunas obras, poder ir al médico, a muchos establecimientos que cierran en fin de semana, etc... Y para colmo, el "mañana" del jueves es mejor que el del sábado, porque lo que nos gusta es el camino hacia Ítaca, es lo divertido, y el jueves quedan 3 días de fin de semana, mientras que el sábado ya está atardeciendo también... Me cuesta decidirme, lo reconozco, pero ya tengo la decisión: apuesto por el viaje a Ítaca que es el jueves, por los puentes que genera el jueves, por su apelativo de "juernes", porque aún estamos haciendo vida, rutina, pero se da el pistoletazo de salida, y para colmo estamos justo en mitad de la semana, que eso da puntos, ni muy al principio ni muy al final, y queda tiempo para enmendar errores. Sí, definitivamente el mejor día es: el jueves.


CUÁL ES EL MEJOR CUBIERTO

Aquí, dada que es una herramienta, vayamos a la versatilidad, y eso nos haría plantear los posibles usos, que serían pinchar, cortar, albergar líquido, etc...  La cuchara no pincha, casi no corta y sí que puede albergar líquido; un cuchillo sí pincha y corta, pero nada de líquido; el tenedor pincha y corta en menor medida que el cuchillo, y apenas puede albergar líquido, pero algo. Siendo aún más frikis, habría que calificarlos de uno a 10.

Cuchillo carne: Cortar (10), Untar (6), Pinchar (5), Líquido (0)
Cuchillo untar: Cortar (7), Untar (10), Pinchar (2), Líquido (1)
Cuchara: Cortar (3), Untar (5), Pinchar (0), Líquido (10)
Tenedor: Cortar (3), Untar (2), Pinchar (10), Líquido (1)
Pala pescado: Cortar (3), Untar (8), Pinchar (0), Líquido (0)

Si sumamos los puntos (aunque no todas las tareas son tan frecuentes o importantes), ganaría el cuchillo de carne con 21 puntos, aunque podríamos pensar que la versatilidad de otros que al menos tienen un punto en todo sería mejor. Luego está el pensar si podemos hacer una comida completa con cualquiera de ellos, pero aunque los cuchillos corten, necesitan un apoyo para hacerlo, por lo que para tener uno solo la tarea se complica. En ese sentido, eliminaríamos todos los cuchillos, pero aunque queden cuchara y tenedor, a ver cómo te comes un filete con uno de ellos solo. ¿Comiendo con las manos? Vale, sí, bestia, pero hablamos de cubiertos, que ver comer a un Neandertal ya ha quedado atrás en el tiempo. Total, que entre tenedor y cuchara tenemos más o menos igualdad en cortar y untar (gana cuchara), en coger líquido arrasa la cuchara, y en pinchar ganaría el tenedor, pero es cierto que muchas de las cosas que se pinchan, también las podría coger la cuchara a su modo. En fin, definitivamente tenemos ganadora: la cuchara.



CUÁL ES EL MEJOR NÚMERO

Bueno, acotando tendríamos que definir el conjunto, que sería el de los números naturales sin el cero. Pero vamos, habrá amantes de los números complejos que dirán que el mejor es uno de ellos. A ver, primero tengamos en cuenta que es un conjunto infinito, y que probablemente cuestión de gustos nos dirá que algún primo extraño de características asombrosas es el mejor, pero aquí buscamos más, una versatilidad, una potencia en cuanto a que te toque ese número, a que la cuenta sea esa, etc...

Como me costaría explicarlo brevemente, elimino los mayores a 25 por pura fobia, porque en el fútbol no suele haberlos y porque la ratio más allá en una clase de colegio es una barbaridad. Además, son grandes y si te toca en ese lugar en una fila te tiras todo el día, y el día tampoco tiene siquiera tantas horas, etc, etc... Luego eliminaría el 1 y el 2 por ir demasiado pronto (el clavo que sobresale se suele llevar el martillazo), y porque si alguien nos sorprendiera dándoles la vuelta, sería los últimos. Elimino también el 13 por ser de mal augurio aquí. Además también quitamos alguno más por feo o matemáticamente inútil, como podría ser el 17. Y otros demasiado exactos que parece que se las dan de reyes del mambo y luego no valen tanto, como el 10 y el 20

Así, nos quedan 3-4-5-6-7-8-9-11-12-14-15-16-18-19-21-22-23-24-25, y sin mucho esfuerzo eliminamos también algunos insulsos como el 8, 14 o 19

Como a estas alturas me quedan 16 números, se me ocurre por tanto hacer eliminatorias, pero en grupos de 4. Pasará el primero de cada grupo y luego habrá una repesca con el resto.

Vamos con el grupo A: 3-7-15-22.  Podríamos comenzar con el simbolismo de cada uno. El 3 es la santísima trinidad, es el trébol, el tridente, el triunvirato, y se puede contar con pocos dedos. El 7 son los pecados capitales, puf, eliminado. El 15 es la niña bonita, se puede contar con manos y un pie, y está compuesto por dos factores primos. El 22 es mi número de nacimiento y mi casa, y el de la canción del Dúo Sacapuntas, no podría eliminarlo tan fácilmente.  Sí, entre 3-15-22, el primero está muy cerca del inicio, sería un bronce, que es coger medalla, y en caso de empezar a hacer algo, tendría la experiencia de lo hecho por 1 y 2, pero claro, si van a ser 100, ser el tercero probablemente no sea lo mejor. Depende de cuántos participen.

grupo B: 4-9-16-23. En el simbolismo, 4 es par, se cuenta con una mano y son dos parejas, como si fueran cartas, un póker, los cuatro jinetes del apocalipsis, no sé, demasiado perfecto, eliminado. El 9 es un sobresaliente, se puede contar con una mano y es también algo perfecto, un cuadrado perfecto, como el 4 y el 16 curiosamente en este grupo. Al 16 le pasa igual, pero rivalizando con el 4 o el 9 tiene las de perder, incluso tiene dos 4 dentro, no sé, muy repetitivo, eliminado. El 23 lo es por Jordan, pero no me parece suficiente, eliminado.

grupo C: 5-11-18-24.  De nuevo el 5 sería contarlo con una mano, y sería la mitad de 10. Es impar, eso ayuda, no es tan perfecto. El 11 ya es incontable con una mano, demasiado inexacto, como un 10 erróneo, eliminado. El 18 es la mayoría de edad, pero dado que eso podría cambiar, eliminado. El 24 sería insulso al lado de ellos, demasiado al final de la lista, eliminado.

grupo D: 6-12-21-25. Tenemos un número y su doble por primera vez, 2*3 frente a 2*3*2. El 12 me gusta, era mi número futbolístico, te permite ser el primer suplente, el que cambia del todo el partido y te lleva a la victoria. Es un 4*3 también, no está lejos ni cerca del final. El 6 ya decimos que es contable con una mano y un dedito, es fiable y versátil. El 21 se va un poco, lejano y difícil de estimar, eliminado. El 25 es un cuarto de algo, es versátil en ese sentido y un cuadrado perfecto.



Bien, dado que al final no ha habido clasificados sino eliminados, eliminemos los eliminados, y nos quedan 3-4-5-6-9-12-15-16-22-25. 10 números solo, tarea aún ardua, y como me estoy pasando de espacio y probablemente de tiempo (son las 9:41 y por tanto llevo una hora escribiendo, con alguna pequeña interrupción), lo dejamos de momento aquí, manteniendo la emoción y la incertidumbre hasta el próximo capítulo, incluso la incerteza de saber si habrá un próximo capítulo, de si incluso no seré tan endiabladamente cruel de dejarlo todo aquí, sin final, inédito e indeterminado, sin que podáis saber cuál de esos 10 números es el mejor, quizá en otra ocasión...

21 noviembre, 2021

Elige es con ge, para numismáticos

 Esta vez me lo encuentro leyendo una entrada sobre usar guantes para proteger tus monedas, en un blog de coleccionismo (https://coleccionismodemonedas.com/guantes-monedas-numismatica/) al que llegué desde el agregador Menéame.

 


La recomendación es que elijamos guantes, pero cuidado, elijamos lo que elijamos, elijamos también un lenguaje libre de eliges con jota, porque sí: elige es con ge



16 noviembre, 2021

El futuro post número 2000

Sí, lo sé, calculando así a ojo según mi frecuencia habitual de publicación, se supone que la entrada número 2000 no tendría que publicarla por lo menos hasta el año 2032, pero así es la vida machos, hembras y resto de lectores diversos (que la diversidad es muy importante hoy en día, y pasado mañana, también).

Pero sí, uno piensa y pensando pensando la vida se nos va pasando. Para entonces tendré casi 50 tacos de calendario, así como si nada, en un soplo que ahora parecen décadas pero que no, que está al caer. Para entonces habrán cambiado miles de circunstancias, el mundo quizá sea irreconocible, tendremos todos un coche eléctrico y las ciudades serán más verdes y amigables, e incluso los cultivos darán más rendimiento, a saber... Si sigo vivo, que no tiene por qué, estaré más arrugado y con más canas, con menos fuerza y menos ganas, y lo mismo me habré convertido en un cuarentón amargado, cosa que rechazo pero que a saber a lo que me obligan los giros del destino. Habré perdido varias personas más, ojalá no pueda contarlas con los dedos de las dos manos, pero el tiempo es inexorable y ley de vida es la que nos rige, así que inevitablemente se me habrán ido varios tíos y tías más, ojalá ningún primo, que no debería, y probablemente varios más de mis vecinos de siempre, hasta que prácticamente sólo quedemos la segunda generación, que sí, que todo tiene principio y final.



Pienso si para entonces no habrá ya dejado el blog, en algún lugar apartado, a su amor, a su libre degradación por los agentes geológicos externos, botella que quizá dure cientos de años hasta acabar reciclada, quién sabe. Quizá algún día de estos 11 años habré claudicado y convirtiéndome en polvo de estrellas lo habré cerrado, pero quién sabe si para el 2000 aún siga aquí. Prometo para entonces hacer una revisión en serio pensando si quizá no es buen momento ya para dejarlo, tras justo 25 años, santa madre del amor hermoso que me recuerda que eso ya sería más de media vida para mí.

No, no se puede saber, ni se puede adivinar, ni por supuesto hipotetizar con una posibilidad mínima de acierto. Lo que solemos decir es que más o menos no cambie demasiado la cosa, cuando nos va bien, y que vuele hacia donde toque cuando nos va mal.

Así, veo el post número 2000 muy lejano aún, como veía este propio en 2010 (o incluso cuando hice hace no mucho el número 1000), pero mira, aquí estamos escribiendo y leyendo, y es que si sobrevives, el tiempo te arrasa. Y sí, prometo hacer esa revisión que quizá acabe con uno de esos "Y FIN", tan directos y profundos, tan definitivos y desgarradores, sin explicación alguna. Yo no podría evitar darla: todo acabó, me cansé, muchas gracias y ahí tienen 2000 pinceladas de todo lo dicho y comentado, aunque sólo la tercera parte merecerían la pena si retirara toda la morralla o los caprichos de todo este tiempo.


Claro, que si lo pienso, el post número 2000 ni sé cómo será, ni sé si será un homenaje, ni sé si será el último, ni cuándo ni cómo será, o incluso si lo podré escribir yo mismo o algún heredero, así de inquietante es el futuro. De momento, sólo me vale con pensar en ese futuro tan lejano y darme cuenta de que en un visto y no visto estaremos también ahí, y de que todo lo que ahora vemos en el presente será un pasado remoto entonces, y así, simplemente pensar que en dos días el hoy será un insignificante punto en toda una vida, vivámoslo, que a veces eso es lo último que nos queda...

10 noviembre, 2021

Esos momentos históricos, el volcán en la pandemia

A veces, repasando momentos históricos acaecidos antes de mi uso de razón, me he preguntado cómo sería haberlos vivido en su tiempo, qué pensaba la gente entonces, qué decía los noticieros, los periódicos, las radios y televisiones, qué se rumoreaba en las tertulias de cafetería o qué comentaban los ciudadanos de a pie en los corrillos, en las esquinas, en las verdulerías o entre ventanas y poyetes.

Luego me ha tocado a mí vivirlos en directo, en persona y con uso de razón, ya sea lo de las Torres Gemelas, el Muro de Berlín, el fin de un milenio, la muerte de un Papa, un terremoto de intensidad media, graves atentados o una simple e histórica victoria deportiva, y sí, sé lo que se siente y sé lo que contaré a los que vengan detrás, pero ellos a pesar de eso nunca podrán tener consciencia exactamente de lo que sucedió, por más que lean, oiga, repasen o se empapen de tantos medios de comunicación como pueden existir ahora y que plasman la realidad deformándola más o menos deliberadamente... Igual me pasa a mí respecto de hechos antiguos, como magnicidio a Kennedy o a Carrero Blanco, la muerte de un Rey, una guerra civil, entrada de mi país en alguna gran organización multinacional, etc... 

Curiosamente estamos ahora mismo inmersos desde hace 2 años en uno de esos que no se vivían hace un siglo y que ahora tenemos bien machacado, como es la famosa pandemia del 'coronavairus', y añadido a ello y lo que ha motivado esta entrada es que algo que no habíamos vivido los menores de 50 años también se está produciendo: en España hay un volcán terrestre en erupción.

 


 

Ya digo que hay cosas que es difícil explicar a los siguientes si no lo han vivido, que no se lo creerían si no lo ven, oyen, leen, etc., como claramente es lo de que hubiera dos torres enormes en Nueva York, símbolo de la ciudad durante 30 años, que salían en todas las películas y conocidas en todo el mundo, hasta que dos aviones las derribaron... no tiene sentido y no podremos explicarlo, como el hecho de que los egipcios construyeran las pirámides o los hombres de cierta civilización desaparecida los moais de la isla de Pascua. No tiene sentido y punto.

En mi caso, nunca había vivido una erupción en directo en mi país (que sí, que todos los años el Kilauea o el Etna meten magma en la superficie, pero no es lo mismo vivirlo en tu propia tierra), salvo esa pequeña erupción marina en la zona de la Restinga en El Hierro hace una década. He de decir que en cuanto a volcanes, no recordaba esa barbaridad del Nevado del Ruiz colombiano en el 85, pero sí la erupción del Pinatubo filipino en el 1991 (quizá la primera así importante). Luego, todos nos acordamos de la nube de ceniza del Eyjafjallajökull islandés (como siempre no miro en Google para escribirlo, así que alguna errata puede haber, pero sé que lo sé pronunciar bien), que dejó media Europa sin vuelos hace pocos años, y por supuesto, queda en todos nosotros el mito de aquel Vesubio que acabó con Pompeya y Herculano, el reventón brutal de Santorini, la hipotética catástrofe de Toba que la lió tan enorme hace milenios o la erupción del Tambora que hace 2 siglos provocó un año sin verano.

Total, que tras una enorme introducción, casi empezaría el cuerpo del post, pero no, lo que empieza es la conclusión. Sí, tenemos hace semanas un volcán en erupción en la isla canaria de La Palma, con toda la atención del país centrada en ellos. Primero con un enjambre de pequeños temblores que iban poco a poco acercándose a la superficie, todo anunciando una posible erupción que muchos dudaba, luego empezando de sorpresa y poco a poco echando lava que arrasaba unas cuantas casas, después todo un pueblo y alrededores, llegando al mar y formando una lengua de tierra/lava añadida a la costa...

Están siendo unas semanas increíbles, imágenes sobrecogedoras, rugidos de la tierra que se manifiesta mostrándonos lo poco que somos al ser seres de dos patas que nos posamos en ella tan frágiles, y gente que lo ha perdido todo y que los gobiernos deberían ayudar sin titubear como siempre.

Las siguientes generaciones posiblemente no podrán verlo, no tendrán que vivirlo en el caso de los afectados, por suerte o a veces lastimosamente, aquí estaremos los mayores para contarlo, de aquella vez que durante una pandemia mundial, un volcán se despertó en La Palma.

05 noviembre, 2021

Adiós a los animadores de los veranos

Hace sólo un año que publiqué una entrada relacionada con el tema del verano y sus canciones, y mira, justo este 2021 se han ido dos de los más importantes creadores de canciones del verano de nuestra historia: Raffaella Carrá y Georgie Dann (ella falleció en julio y él falleció ayer). Esta entrada va por ellos, por tantos momentos de diversión, de baile, por hacer sentir bien a la gente corriente por un momento, por hacernos, por hacerles a los nuestros disfrutar:

Decía una viejoven canción que un verano no es verano sin Georgie Dann, y tiene parte de cierto, sobre todo aquellos de los 80 y 90 en los que siempre sonaba machaconamente, diría que machacona y casposamente, pero esa caspa que entonces podríamos atribuirle se fue convirtiendo poco a poco en cariño, al fin y al cabo Georgie era un coetáneo nuestro y nada más que por eso somos conscientes de que algún día tendremos que explicarle a las nuevas generaciones quién fue y cómo es que tenía el truco para año tras año conseguir ser la canción del verano.


 

Otro caso es el de Raffaella Carrá, esa italiana que realizó gran parte de su carrera en España, en una España que la adoptó como musa, como chica de moda, luego señora de moda y después esa amiga o vecina que cualquiera desearía tener, por su buen rollo, por su simpatía y por supuesto siendo una artista, bailarina y cantante de las que han dejado huella. Una y otra vez desde los 70 fue consiguiendo un éxito musical tras otro, y posteriormente fue presentadora también de grandes producciones televisivas como el recordado "Hola Raffaella". Ni que decir tiene que como artista en general, de bastante más tamaño que el de él, pero los agrupo en el post por lo que ambos representan como animadores para varias generaciones.

 

Por sorpresa y sin esperarlo, pese a andar ya Dann en los 80 y Carrá rozándolos, se nos han ido este 2021 dejándonos en cierta manera huérfanos cada vez que oigamos sus éxitos machacones. Por ejemplo Georgie, francés de nacimiento, nos dio algunos como "el Bimbó", "el Negro no puede", "el Chiringuito" o "la Barbacoa"; mientras que Carrá, italiana de nacimiento, nos dio el "Fiesta", "Para hacer bien el amor hay que venir al sur", "En el amor todo es empezar" (explota mi corazón)

Música ligera, fácil, bailable hasta rabiar, letras pegadizas simples y sin complicación alguna para olvidar las penas mundanas y dejarse llevar. Melodías machaconas, estribillos para no pensar, bocados de evasión, carne de guateques, bodas, bautizos y comuniones, verbenas, noches de verano, ferias y fiestas, galas televisivas y festivales de la canción, con sus cuerpos de baile detrás. Estribillos que todos nos sabemos, queramos o no, seamos esnobs, negacionistas o jevimetals, pero todos sabemos qué viene después de "Para hacer bien el amor hay que venir al...", "explota explota mexpló..." o "la barbacoa, la barbacoa...", grandes e incluso chicos.

Como decía antes, ahí quedarán los dos, como anecdóticos animadores en una España que había salido de lo gris para llenarse de colores en los 70,80 y 90, y que ahora en cierta manera les ha despedido otra vez desde el gris, queremos más como ellos, los necesitamos, su frescura, su simpatía, herederos habrá, hasta siempre Rafaella, hasta siempre Georgie