Todo llega, adiós Nadal
Este es un "todo llega" de manual, canónico, justo el ejemplo que vendría en la definición del diccionario... Todo lo bueno tiene un final, todo lo que sube baja, y aunque creamos que somos infinitos e inmortales (y las carreras deportivas son una especie de "vida dentro de la vida" en la que se muere al retirarse), siempre acaba llegando ese final colorín y colorado, incluso a los héroes míticos griegos, a los superhéroes, los Robocop o los infalibles.
Esto ha sido la crónica de una muerte anunciada que tantas y tantas veces ha estado cerca, pero de la que este tío prácticamente ha acabado volviendo al renacer de sus cenizas, una y otra vez, dando por un lado un ejemplo de constancia y perseverancia, de salud mental, de sobreponerse a todo, y por otro también el mal ejemplo de ir a trabaja cuando uno está malo y no debería... por pasión y ganas por lo suyo, supongo que por pasta y a la misma vez por ese fuego interno que no te deja parar.
Quizá Rafa Nadal sea uno de los nombres que más he citado en mi blog a lo largo de todos estos años (cuando empecé, él llevaba algo más de un año siendo famoso, y ahí sigue y ahí sigo...). Aparece su apellido nada menos que 74 veces, como cuando comentaba que Federer parecía en su momento invencible hasta que llegó Rafa, cuando pedía ver en pandemia en la tele uno de sus hitos o cuando recreé el mundo sin Novak, Rafa o Roger. También lo incluí en la selección histórica mundial de tenis y lo encumbré como mejor tenista y deportista en general español de la historia. Además, en varios Juegos Olímpicos fue una de las figuras más importantes de nuestra delegación, por lo que lo cité en numerosas ocasiones en cada evento. Como curiosidad, tras un malísimo año en 2015 y rozando la treintena, también comenté que su final podía estar cerca, y un año después igual, lo que no pasó.
Al final, con la retirada de Nadal y Federer (y no sabemos si pronto la de Djokovic), podemos decir perfectamente que ninguna generación posterior les ha retirado, y que han sido tan grandes que los siguientes sólo han podido triunfar cuando ellos se han ido por una vejez tan extrema que les ha llevado a conseguir casi todos los records de longevidad existentes en el tenis, ni más ni menos.
Sin duda que Rafa ha sido estos 20 años uno de los personajes españoles más importantes, pues todo el mundo lo ha conocido, y aunque algunos han subido y otros han bajado, él ha permanecido ahí, siendo muy famoso y muy respetado por sus declaraciones, su forma de ser y lo que promovía con su ejemplo. Personalmente, ya comenté en su momento que al ser un poco menor que yo, ya no lo veía como ídolo, sino como un gran deportista al que seguir, pero en cierta manera para mayores y menores, ha sido un héroe, así, en general, ídolo de todos, claro que sí.
Recuerdo aquellas primeras proezas en torneos Masters 1000, cuando todavía se jugaban las finales a 5 sets, con Coria o Federer, y cómo llegó de la nada a la final de Roland Garros y la ganó, como tantas que vinieron después haciéndole parecer invencible. Se podía decir aquello de "tendrá 65 años y seguirá ganando Roland Garros", o lo de "no ha nacido aún el que gane a Nadal en Roland Garros". Teniendo en cuenta que es el actual campeón, las únicas que lo han podido derrotar son las lesiones, que llegaron por primera vez cuando aún no llevaba 5 años de carrera y le acompañaron en ese Guadiana permanente durante el resto de sus años, con vueltas apoteósicas sin apenas entrenar ni jugar torneos previos, y desastrosas recaídas.
Es curioso ver que sus temporadas han sido similares, con ese vigor en tierra, una pasable continuación en verano y esa lesión a final de año, que no le ha permitido ganar jamás el Masters. Luego, intento de volver fuerte en Australia y recaídas, para continuar con vigor al llegar la tierra... un ciclo que este año ha llegado a su fin.
Simplemente me ha apetecido hacerle este epitafio, pues no sé si los que ya andamos en la mediana edad veremos un deportista mejor que él en España, podría ser... pero sí hay que decir que ha sido el mejor del siglo y que ha sido ese personaje omnipresente y capaz siempre de transmitirnos una alegría cuando a lo mejor no la teníamos en otros ámbitos. Nadal siempre ha estado ahí para ser un ejemplo de perseverancia, de resiliencia como se dice ahora, ganando partidos completamente perdidos en base a una casta innata y un hambre canina.
Esta semana ha anunciado que lo deja, que para aún no definitivamente, sino para intentar volver en 2024 por última vez. Casi nunca nadie ha conseguido volver con fuerza después de parar tanto tiempo más allá de deportes de motor... veremos si Rafa nos da ese último baile el año que viene, y si no lo consigue (Federer también lo intentó y no pudo), igualmente habrá dejado una impronta y un legado increíble en estas dos décadas, un recuerdo que jamás se nos borrará y que seguramente nadie podrá igualar. Algo que tendremos que contar a las siguientes generaciones con esa nostalgia de "lo pasado fue mejor", y en muchos casos sí que lo fue por ser la primera vez que vivíamos algo así, porque al repetirse las cosas ya no son igual.
Larga vida a la persona, y una reverencia eterna al deportista que nos deja, es un no te olvidaremos, y en su caso, para enterrar su carrera, no hay nada mejor que un "sea para ti la tierra leve", como terrícola de esa tierra batida que le encumbró: ¡Hasta siempre, Rafa!
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