19 enero, 2021

Encerrado en mi provincia por tercera vez

Mira que somos pesados los seres humanos, y mira que es necia la cabeza de un gobernante, sobre todo los que tenemos ahora. Que yo no soy aún Premio Nobel lo sabe cualquiera que pueda ver la Wikipedia, pero eso no quita para que el pasado día 12 ya publicara en una de las entradas de esta bitácora que si no hacíamos nada, tendríamos una tercera ola más grande que la segunda después de Navidad. 

El gobierno, no sólo hizo nada, sino que abrió las puertas a todas las reuniones habidas y por haber, y a todos los desplazamientos entre provincias y comunidades que hicieron falta. Además, no se conformaron con salvar solo la icónica "Nochebuena", habiendo cerrado todo justo después (por lo que jamás habríamos llegado al estado actual); sino que también salvaron la "Nochevieja", no cerrando tampoco todo después y salvando también los "Reyes", e incluso la semana siguiente a Reyes, y la otra... En fin, un despropósito que nos está llevando a batir récords de contagios, y seguramente de fallecidos en un par de semanas.

Por tercera vez, desde hoy estamos encerrados en mi ciudad, sin poder salir, y por supuesto en mi provincia, sin poder volver a mi 'hometown' como anteriores veces, a saber de nuevo por cuántos meses, a saber de nuevo por cuántos ineptos tomando decisiones como niños de teta. La otra vez al menos pasaron 5 meses desde la apertura al nuevo cierre, esta vez han pasado de milagro de los dos.

 

Mientras que yo no puedo irme de vuelta a mi pueblo a seguir vida monacal, otros pueden venir en avión desde países infestados, otros pueden atravesar medio país para ir de caza o a esquiar, para salvar "Sierra Nevada", claro, todo es cuestión de salvar. Y otros no pueden ni salir a comprar cosas necesarias, ni irse a la playa a comer una tortilla y una lata cerveza sin alcohol solos como han hecho siempre... ¿Por qué? Pues porque a los ineptos de siempre les fallan las neuronas y lo pagamos como siempre los mismos...

Será curioso ver esta vez cómo superamos en España la tasa de 1000, una cifra también mítica e inexplorada en nuestro caso (no en el de Granada, por ejemplo, que superó los 1300 en la segunda ola), y de camino llegando a superar los 1500 en más de una Comunidad Autónoma, bah, qué más da.

Y habría que recordarles a los que mandan que el objetivo de los confinamientos de noviembre era llegar a una tasa de 50, cosa que sólo hizo Canarias y que Andalucía y Asturias rozaron. Aun así, se prefirió salvar las fiestas pese a que había muchas regiones con más de 200 todavía... Haber disfrutado más en la Navidad, diréis, y sí, disfrutar más es lo que debemos, porque nos pueden quedar aún años con esto, vidas robadas sin saber a quién culpar realmente, mientras los chinos hacen vida normal y algunos pensamos en emigrar allí.

Total, volveremos a donde ya estuvimos, si es que no nos confinan en casa, que quizá para 2-3 semanas sería lo ideal. Si no, al menos podremos salir a dar una vuelta, ahora que no hay ola de frío, podré retomar la bici un poco, y no volveremos a ser esos seres huraños de balcón, telediario, videollamada e insomnio como éramos en abril.

Yo sigo con esto de las publicaciones cuando lo escribo, sin más pena que gloria, y pensando si cortaré directamente en enero o seguiré un poco más, según el tiempo que me den, que tenga, que parece que será bastante, ya os contaré. 

Hasta entonces #Hacedloqueosdélagana, total...


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