01 enero, 2021

Típico balance del año acabado (Año 15)

Mira que recuerdo años de mierda en mis dilatados años, que ya van más para 40 que para 30, mira que fueron asquerosos algunos como 2013 ó 2018, pero poco después en 2020 algún que otro gracioso ha intentado llevarse la palma, y a fe que en muchos casos ha sido el peor año de la vida de mucha gente.

Para mí, pues no ha sido tan malo, estamos vivos prácticamente todos, incluso ha habido embarazos, nacimientos (he vuelto a ser tío, 18 años después) y se han proyectado bodas que aunque muchas eran este año, acabarán por tener lugar. Diría que hemos estado buenos en general, salvo aquellos días del Coronavirus, y que tenemos una esperanza de que todo el sueño raro de 2020 acabe pronto, en unos meses, y simplemente tengamos que repetirlo como algo lejano a nuestros nietos, cuales abuelos cebolleta.

El año pasado comentaba que había dejado los deportes que practicaba, y este aunque retomé la bici, el gobierno me la ha hecho intermitente, todo ello como curiosidad comparativa con lo que comenté el año pasado.

Este año es que hemos tenido que dejarlo todo: gimnasio, inglés, quitar las malas hierbas, etc... Todos y todo, aunque algunos se han pasado por el arco del triunfo las medidas de seguridad y han hecho vida normal, que ya el karma les meterá la hostia de su vida, supongo, espero y deseo, pero sé que al final el karma siempre acaba apedreando por segunda, tercera y cuarta vez a los mismos, mientras aquéllos se van de rositas como siempre.

 

No podemos comentar mucho, todo fue bien camino de la primavera hasta que un runrún apareció y luego una ola nos arrasó. Nos recuperamos en lo que fue un verano magnífico sin apenas limitaciones, y fuimos arrasados por una segunda ola, menos restrictiva pero también dura, que valga la redundancia, aún dura. Así, esperamos ahora la tercera para estos meses de enero y febrero, quién sabe si con la lección aprendida. La vida se ha parado prácticamente en un irrecuperable año (hacía casi 10 que no pasaba un año sin hacer un viaje, así que sólo he hecho 8000 kilómetros al coche, acostumbrado a 25000... su durabilidad me lo agradecerá).

Para el año que entra pediremos a los reyes magos que nada sea como en 2020, que ya es decir (salvo para los que tienen la suerte de estar vivos ellos y los suyos, que para esos les deseo como mínimo eso, que ya está bien), y que todos nuestros grandes y pequeños proyectos, esta vez, se cumplan, los míos y los vuestros, claro que sí.

¡Feliz 2021 a todos, pero de la felicidad de verdad, no la que en 2019 os deseé!

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