Hoy voy a hablar de los violetes, el plato típico de Porcuna por
excelencia, por su gran utilización aquí y su gran desconocimiento
fuera. Hace ya muchos años que puse en este blog una receta de los violetes y os hablé
de la Ilu como su mejor cocinera (como todas las madres y abuelas que en
cada casa hacen los mejores del mundo).
Nuevamente voy a referirme a ellos, comentando a modo de lista de hechos, curiosidades o reflexiones sobre los violetes:
**Qué son los violetes
Básicamente
una pequeña empanadilla de carne envuelta en una oblea, de forma cuadrada y que se fríe y está riquísima, cuya receta incluye ingredientes tan básicos
como la carne picada de cerdo y jamón, leche, huevos, pan rallado,
perejil y obleas, y que fue concebida en Porcuna.
**Las obleas (o "pan de ángel"), la clave diferencial
De primeras es un
ingrediente que puede sonar extraño fuera de aquí, pero resulta todo lo
contrario, pues aunque en Porcuna es fácil encontrarlas, no hay nada que
obligue a
comprarlas aquí porque precisamente en todos los pueblos de
España la gente come pan de oblea, ya que es con el que se hacen las
ostias; y además por supuesto lo vemos vendiéndose en las ferias o para
hacer turrón del duro.
**Origen de los violetes
Hace no mucho conocí una primera
historia sobre su origen, contada por un chozno (hijo de tataranieto) de Pedro Herrera en
la televisión, mientras los hacía. De él hay muchos descendientes con
ese apellido Herrera y otros, claro, entre los que me encuentro (era
primo del tatarabuelo de mi madre, más o menos).
Se trata de una receta dulce llamada
"violette" (violetas en francés) que este confitero/cocinero había
aprendido, y adaptó a receta salada con un gran éxito.
**¿Están ricos? ¿Por qué están tan buenos?
Es
un bocado exquisito, por esa suavidad que le da la oblea, el crujiente
del pan rallado, el toque sabroso del huevo y por supuesto ese gusto de
morder los tolondrones de carne.
**Para explicarle a alguien que no es de Porcuna la importancia de los violetes, pongamos dos ejemplos:
1-
Uno sería compararlos con el jamón serrano, ya que muchos
españoles que se van al extranjero se llevan un
poquito, lo que también pasa con los porcuneros que se van fuera, sobre
todo con los estudiantes que nos llevábamos un táper de violetes.
2- Otro sería esa primera vez que te das cuenta de que no existen violetes en
todo el mundo, que es como cuando vas al extranjero y ves que no hay
persianas, o cuando te das cuenta de que no se usa aceite de oliva en todos
lados.
La pregunta entonces, es clara: "pero,
¿y esta gente qué fríe junto con las croquetas? ¿Qué se piden de tapa en
un bar?
Digamos que en Porcuna, además de los típicos flamenquines,
croquetas, sanjacobos o empanadillas, habría violetes; y es una
situación parecida a si fuéramos a un lugar donde de tapa sólo se pone
queso, salchichón y chorizo, y decimos: "¿y no ponéis jamón?", y nos
contestan: "ja..., ¿qué?"
**Respecto al conocimiento de los violetes fuera
Poco
a poco se van conociendo, y por ejemplo ya en Porcuna existen las
violetadas y se han llevado a FITUR, y restaurantes de personas con
origen en Porcuna los tienen. De hecho, hoy en día ya no nos extraña ver
a un cocinero en la tele haciendo violetes, lo único o malo es que
todos son todavía de Porcuna. Claramente, la receta despegaría cuando un
cocinero famoso que no fuera del pueblo la hiciera, como el de Canal
Sur o no digo ya Arguiñano, que sería más complicado.
**Posibles eventos o lugares para publicitarlos:
Sería
interesante organizar talleres para hacer violetes en diferentes puntos
o ferias (y por supuesto que un cocinero famoso los hiciera), y así
enseñar a la gente a hacerlos.
Todos los restaurantes y bares del
pueblo los tendrían en su carta (en principio es un hecho), y estarían
como bandera junto a los monumentos locales.
**Duda existencial: entonces, ¿por qué no hay violetes en todos lados?
En
vista de todo lo anterior comentado, a cualquiera le podría surgir esta
pregunta, y una posible respuesta es que al ser una receta que requiere
hacerse de forma artesanal y manual debido a la dificultad de manejar
las obleas cuando están empapadas en leche, no es posible que nadie
pueda coger la receta y fabricarla industrialmente para que se extienda,
por lo que simplemente acaba pasando de abuelas a hijas, y de hijas a
nietas, y también padres, que la van transmitiendo y haciendo siempre de
forma familiar, y como mucho, gente de porcuna emigrada fuera que los
sigue haciendo, pero sin haber una receta a nivel nacional.
**Buscando información sobre Los violetes en internet
Muchos
porcuneros los hemos buscado alguna vez en internet, dándonos cuenta de
que no existían fuera, recibiendo el típico mensaje de advertencia de
"quiso usted decir violetas", y contestando: "¡no, que he querido decir
violetes!", o incluso si le preguntamos a la primera versión del ChatGPT
no tenía ni idea. En cualquier caso, profundizando, lo poco que
aparecía eran páginas de gente de Porcuna, lo que sorprendía un montón.
**Curiosidades:
Es muy probable que en 30km se hayan inventado los flamenquines (en Bujalance dicen que fueron ellos) y los violetes.
Qué
hijo o nieto no pasado junto al lebrillo o plato en el que una madre o
abuela tenía la carne para prepararlos y se ha puesto a comérsela.
En
mi familia aún se recuerda aquella Nochebuena en la que me comí más de
veinte violetes yo solo cuanto tenía 8 años o así (según quien lo cuente
serán más violetes o menos años).
Cuando Daniela tenía dos años e
iba a cualquier bar o restaurante siempre miraba la carta y decía: "yo
quiero violetes", sin haber llegado aún a ser consciente de la cruda
realidad existencial de que fuera de Porcuna apenas se pueden encontrar.
En
definitiva, que animamos a todo el mundo a aprender a hacer violetes, a
freírlos, comérselos y disfrutarlos, y por supuesto a llamarlos por su
denominación de origen protegida:
"Violetes de Porcuna"