Y dale con las prórrogas cuarenteniles

Siento repetirme tanto en pocas semanas,  pero la actualidad manda, la vida manda, y la actualidad y la vida se repiten machaconamente en bucle desde marzo: sí, a partir de este fin de semana comenzaremos la cuarta cuarentena, o estado de alarma, en esta crisis del COVID-19.

Nadie hubiera podido prever algo así: que durante casi 2 meses estuviéramos todos obligados a quedarnos en casa bajo multas en caso de romper ese confinamiento. Así estamos, así llevamos ya tres periodos de 15 días en lo que se ha venido en llamar "Estado de Alarma", que salvo sorpresa no superará las 8 semanas en total, porque muchos apuntan ya que esta será la última prórroga.

Por un lado, la moral ha ido subiendo gracias al descenso de contagios, fallecidos y UCI, y por otro lado bajando por lo largo de este periodo casero, que una cosa quizá compensa a la otra, pero todo el mundo empieza a volverse un poco loco. Desde mañana habrá una pequeña apertura, como es la posibilidad de salir que se da a los niños (primero fueron los que tenían perro, grandes privilegiados, y ahora lo serán los que tengan niños pequeños, gran ventaja a la hora de la desescalada del confinamiento... quizá no compense tener perro o niños a lo largo del año, pero si comienzan a venir más virus y confinamientos, puede que haya que planteárselo).

Por nuestra parte en casa, la vida ha ido pasando tranquila: he tenido la oportunidad de ver gran parte del Eurobasket 2009, partido a partido (el primero que ganamos, tras fatal comienzo), y algún partido que jamás había visto, como aquel España-Bélgica en que nos despedimos del Mundial de Fútbol de México'86, y que por motivos de edad no pude ver en su momento. No era consciente de lo bien que jugó España, quizá porque fue un gran palo y nadie quiso recordarlo, pero lo cierto es que merecimos ganar o al menos no ser olvidados. También como curiosidad, hemos visto arrasar a Usain Bolt en varios mundiales, los oros mundiales de Freire en ciclismo, o curiosidades como finales de torneos Conde de Godó (genial aquella Vilas-Wilander del 83 que tampoco pude lógicamente ver, o la Ríos-Muster del 96, también interesantísima), o los títulos mundiales de Freire en ciclismo. Yo he pasado las 2 semanas en parte enfermo con mareos, así que poco he podido disfrutarlas en general.

Como cosas nuevas, he asistido al nacimiento de una nueva Youtuber de fama, en el canal "hazle caso a Mon", y también hemos grabado un par de vídeos felicitando a mi tío Manolito y otro para los Raspas, entretenimientos varios, necesarios en este tiempo.
 
En cuanto a la actualidad noticiosa política, sólo la ineptitud manifiesta del gobierno ha dado pinceladas o toques de emoción y divertimento. Se le ha defendido, pero la mayoría son un simple hatajo, un atajo hacia su jubilación hiperpagada, pues no saben pedir consejo a expertos, no saben tomar decisiones con anticipación, no saben comunicar las decisiones y mucho menos saben hacer partícipes a las comunidades autónomas o al resto de la oposición, cuando todos deberíamos estar ahora más juntos. Lo que sí han sabido muy bien es intentar escabullirse, mentir, enredar y hablar, hablar durante horas sin decir nada, rueda de prensa tras rueda de prensa sin aportar nada interesante, y en caso de aportarlo, para rectificarlo ante las críticas horas después, así, día tras día.




Siempre, tarde y mal, ese ha sido su resumen. Por desgracia nos lleva a muchos por delante, que no tenemos culpa de nada, y que vamos a seguir confinados sin motivo, e incluso llevará a tantos negocios a la ruina por no haber sabido hacer pruebas a tiempo que les permitieran abrir... Parece que quisieran seguir el confinamiento eternamente, como si les interesara de alguna manera.

En fin, la vida tiene que seguir, no nos queda otra, pero si no la dejamos fluir, existir, ser aunque de forma diferente a como era, la vida no es vida, y entonces no merece la pena. Hagamos que la merezca, y ya esta vez probablemente por última vez en esta racha de cuarentenas, insistir, aunque más con la boca pequeña que otras veces y sin creérnoslo tanto, que eso es lo que han conseguido: #QuédateEnCasa