Diez y seis años, camino de la veintena

Bueno, pues como cada vez pasan antes los años, para mí, y también para mi blog, en un abrir y cerrar de ojos ha cumplido nada más y nada menos que 16 añitos, diez y seis añitos, dieciseisavos, dieciséis básica y llanamente.

Es curioso, pues los dos últimos años celebramos este cumpleaños confinados como ratas, y este casi lo pasamos en un búnker, también confinados, así es la vida, no te dice con anticipación dónde pasarás el siguiente cumpleaños, y quizá esa es la gracia.

 

Total, que como hice los últimos 15 años (1 año, 2 años, 3 años, 4 años, 5 años, 6 años, 7 años, 8 años, 9 años, 10 años, 11 años, 12 años, 13 años, 14 años y 15 años), hoy esta bitácora está de fiesta, porque un buen día de esta primera semana de abril hace la tira de tiempo, la lancé al mar, perdiéndola para siempre, haciéndola vuestra, de todos, de nadie, para no volver a mis manos, cumpliendo su sueño de viajar hasta los más recónditos rincones del infinito, cumplido está.

No me enrollo, pero os recuerdo lo que siempre os repito como tonto que se pierde por la vereda: si tenéis algo que decir, decidlo, porque si no lo hacéis, nadie lo hará, y se pierde...