Diez y nueve años al aparato
A estas alturas tengo ya todos los tópicos manidos, aquello de cómo pasa el tiempo, qué rápido llegan cada vez de nuevo las mismas fechas, etc, etc., así que no molestaré ni daré más la vara por hoy, pero sí, me sorprende que a mi yo de 2006 las circunstancias y el espacio-tiempo me hayan trasladado a 2025, así, como si nada, como si de un soplo se tratara (hablando igual que un nonagenario, que si no lo soy ya, ojalá lo sea y os pueda relatar mis andanzas lentas también aquí).
Total, que lo que siempre hay que ser es agradecidos, y por eso doy las gracias por haber podido llegar a tan longeva edad en el mundo de los blogs, como ya hice los últimos 18 años (1 año, 2 años, 3 años, 4 años, 5 años, 6 años, 7 años, 8 años, 9 años, 10 años, 11 años, 12 años, 13 años, 14 años, 15 años, 16 años, 17 años y 18 años).
Y sí, hay que celebrar cada uno, porque la única certeza que tenemos es que algún día, un cumpleaños (y puede que sea este de hoy), será el último.
No lo olvidéis: lo que tengáis que decir, decidlo, porque si no lo hacéis nosotros, nadie lo hará, y se pierde, y podría haber sido de utilidad para las generaciones venideras, no les privéis de ello, que quién sabe qué magníficas utilidades tendrá entonces ese conocimiento.
Sin más, a todos, espero que nos volvamos a ver en el ¡próximo cumpleaños!