Bautizando, que es gerundio

Mira que he hablado ya de temas aquí, aunque no sean ni el 1% de lo que existe, pero es cierto que apenas he hablado del bautismo católico, que básicamente es inscribir a una nueva persona en "el club", ese que heredó la fe en el Yahvé judío y que luego creyó que Jesucristo era el Mesías (así, simplificando), que fue uno de los principales poderes durante 2000 años y que poco a poco se niega a perder su estatus en la sociedad actual, muy ajena a la espiritualidad y por supuesto a la religión, y que poco a poco abandona las iglesias y sus creencias, a la misma vez que abraza otros mesías como son los influencers, las marcas o los charlatanes políticos y de las redes sociales... al final siempre necesitamos algo a lo que agarrarnos y que nos guíe, aunque nos aliene y embrutezca, así somos. 

Pues bien, para los que somos españoles, en general, la fe que nuestros antepasados profesaban era la cristiana católica y apostólica, por lo que todos eran bautizados unos días después de nacer, confirmados si podía ser, y se casaban antes de tener sus hijos, siendo ungidos antes de morir. Entre medias iban a misa cuando podían, rezaban a vírgenes, santos y al Espíritu Santo, y básicamente se regían por un calendario y horarios muy mediatizados por la planificación religiosa. Nada que objetar, o sí.

Total, que ya os hablé en otra ocasión (hace la tira de 14 años) de la llegada de los ritos laicos y la iglesia civil, que era una especie de "copiar los ritos católicos pero sin el rito católico", llamándolos igual si podía ser. Absurdo que me parecía entonces imitar algo de lo que reniegas, y absurdo que me parece ahora. Sí, han proliferado los bautizos civiles y chorradas similares, pero no demasiado, aún la locura no ha llegado en este sentido. También me referí en su momento al matrimonio, en el que ya hace años que mucha gente cae simplemente por el qué dirán, por obligación, cuando realmente no es necesario casarse por la iglesia, pero claro... es bonito.

En cualquier caso, las cosas hay que hacerlas porque uno las siente de algún modo, si no, no tiene sentido. Y sí, el hecho de hacer feliz a tu abuela puede valer, pero es algo que te tiene que hacer feliz a ti, no vale un "yo no quería, pero por hacer feliz a la abuela...". Quizá una de las formas de sentirlo es la de seguir tus tradiciones, tus costumbres, honrar a los antepasados como se hacía con aquella abuela. Si nosotros no somos capaces de mantener nuestras tradiciones y sí de adoptar las de los demás, automáticamente dejamos de existir, desaparecemos, se esfuma lo que somos y de dónde venimos. A muchos les importa poco, pero deberíamos ser capaces de defender nuestras raíces frente a las agresiones de todo lo demás, de lo impersonal, de lo que no trasciende, de lo que es una moda. 

 

En fin, yo creo que por todo ello, y siempre que no quieras romper con lo anterior por algún motivo, uno debe seguir a ser posible la herencia de su tradición, y dentro de ello entra el bautizar a nuestros hijos (y al fin y al cabo, ellos luego decidirán apostatar si quieren de mayores, dudando mucho que nos echen en cara haberles "apuntado al club", y sí quizá sería más grave que nos echaran en cara "no  haberles apuntado", desoyendo esas raíces ancestrales heredades, apartándose de la fila, si es que eso es lo que piensan de mayores. Salvando las distancias es como no haberles vacunado, es como no haberles puesto siquiera nombre o asignarles un sexo (que ojo, empieza a haberlos), privarles del derecho de tener algo por defecto, siguiendo la lógica de todo lo anterior a ellos.

Y yendo un poco al bautizo en sí, y recordando que hace lustros fue padrino de dos bautizos (por lo que algo sé), se trata de una ceremonia sencilla, ungiendo al pequeño con el crisma y rezando unas cuantas oraciones con la vela al lado, para después recibir las aguas de la pila bautismal. A partir de ahí eres católico y apareces en los libros parroquiales para siempre, apostasía mediante, claro, y puedes hacer la comunión, confirmación, boda, etc... hasta que la muerte os separe. Luego el tiempo dirá si la fe se acrecienta, se mantiene o va a menos, eso es cosa de padres y padrinos, que estarían encargados de ello, y si todo va bien, tendremos una buena persona y una buena cristiana, que ese era el objetivo.

Creo que era algo que debía hacer y ya está hecho, bienvenida a la comunidad...

El Porcuna en Tercera División RFEF (Año 4x05 y fin)

Y colorín colorado, este histórico periplo ha terminado... Y todo tiene su final, y muchos tópicos más.

Esta es la última edición de esta serie de 20 repasos pentaanuales sobre la andadura del pequeño Atlético Porcuna Club de Fútbol por la Tercera División del fútbol español (inicialmente la cuarta categoría nacional y luego la quinta).

El balance es buenísimo de por sí, llevando el nombre de Porcuna por la geografía andaluza e incluso por África y la Copa del Rey, momentos históricos todos y cada uno de ellos, que han merecido por ello la pena, codeándose año tras año con grandes clubes de poblaciones que la multiplican por mucho, siendo competitivos al menos el segundo y el tercer año (el primero de no ser por la pandemia probablemente habría descendido, como este último), y rozando los play-offs el año pasado. 

Seguramente cuando se volvió a competir hace ya unos 15 años no se podría haber imaginado algo así, incluyendo el haber estado un año en la virtual "Primera División de Jaén", no siendo superado por ningún club de la provincia, y habiendo compartido estas cuatro temporadas con el club de la capital en la misma categoría, un Real Jaén que ojalá abandone también esta Tercera División este año a la vez que lo hacemos nosotros, ojalá para no tener que volver a coincidir.

Luego está el tema de si merece la pena ir escalando categorías a la vez que el club pierde identificación con su cantera, con la gente del pueblo o la comarca, superados por el nivel alcanzado... Quizá mi opinión es que es mejor estar un poco más abajo pero no comprometer la economía ni embarcarse en imposibles para luchar contra enormes poblaciones y economías, y de camino, mejor que al menos haya un puñado de jugadores del pueblo o de los de al lado, eso siempre hace identificarse más la afición con el equipo. En cualquier caso, un 10 para la afición que ha llenado el pequeño San Benito con entradas dignas de Segunda División "B", una exageración para un pueblo tan pequeño aunque con más historia que la mayoría o que todos con los que se ha enfrentado. 

 En cuanto a la categoría, que ya es lo de menos, esta última parte de la temporada, el Porcuna ha ido perdiendo partidos uno tras otro, sin dejarse ir como en la tremenda derrota ante un Real Jaén al que se ganó en la primera vuelta, pero perdiendo sin parar: 3-4 ante Torre del Mar, 1-0 ante el Palo, 0-2 Maracena, Huétor Vega 1-0, Torredonjimeno 1-2, Torreperogil 4-3 y Armilla 0-2. Tampoco merece la pena comentar mucho más: 3 puntos en 8 partidos al haber ganado al desahuciado Málaga City por 2-1, de milagro... Muchos de ellos eran posibles partidos clave que podrían haber dado esperanza, pero el equipo no dio para más, simplemente se disfrutó de lo vivido, que es mucho.

La categoría la han perdido los melillenses, como siempre, acompañados del irregular Málaga City, el Porcuna y el Maracena, ambos rivales recién ascendidos el año pasado. Por arriba, la lucha por la plaza de ascenso entre Marbella y Real Jaén acabó en un histórico partido en la jornada final, con triunfo de los primeros. Jaén, El Palo, Torre del Mar y At. Malagueño lucharán en el playoff, y muchos otros han salvado los muebles, como el Motril, que ha coqueteado todo el año con volver a caer, y los jiennenses, que han vuelto a demostrar que en la provincia hay nivel para aguantar el potencial económico de otras provincias cercanas.

Veremos lo que pasa el año que viene, en el que seguramente el equipo vaya a intentar salvar la categoría como sea frente a rivales ya conocidos, no creo que dé para mucho más el nivel, y tampoco creo que ya sea el momento de plantear un proyecto para ascender inmediatamente, disfrutemos de la División Andaluza, que incluye el mismo tipo de desplazamientos, ante rivales de entidad menor, aunque siempre y todavía, mayores en población. En cualquier caso, y recordando lo vivido, que quién sabe si podrá repetirse alguna vez:

¡Vamos Atleti!

Mis mejores entradas (y 53)

--Post preferido del 1301 al 1325 (08-Sep-22 a 02-Ene-23)--

Reencuentros

-Este post iba sobre... clos reencuentros, y cómo vamos cambiando las personas y también las cosas entretanto no nos volvemos a encontrar, pareciendo distintos una vez ha pasado el tiempo

-La motivación para escribirlo fue... que seguramente tuve algún reencuentro esos días, fuera personal, con un hábito, con un objeto... Y que me pareció dignísimo y maravilloso de analizar, pensando que todos deberíamos tener algo así a diario, porque nos enriquece mucho.

-Me he decidido por él, porque... esta vez no he querido incluir uno de esos post de "investigación", y quizá esta vertiente filosófica pegaba más con esta etapa de veinticinco artículos de mi bitácora, dando fin al 2022, por lo que viene ni al pelo. Por supuesto es una reflexión, que siempre es importante hacerlas y tenerlas a mano para hacernos pensar.

Apellidos de Porcuna (4)

Es probable que aquí finalice esta serie de entregas con los apellidos de Porcuna, ya que entiendo que no tiene sentido ampliarla con más apellidos si está pendiente la publicación de un libro que los va a contener todos —entiendo que al ser mía la bitácora y yo el autor del libro, no habría problemas de derechos conmigo mismo, pero a saber..., y de camino he revelado de qué va el "mi libro" del que hablé ya en tres ocasiones en este blog (una, dos y tres)—.

Esta vez vamos con varios apellidos poco comunes o anecdóticos a lo largo de nuestra historia. Como hay mucha menos información de ellos, me voy a permitir incluir un número mayor que en anteriores entradas, por lo que serán hasta 20:  

 

Adarve: Llega en 1656 con el matrimonio de Francisco Adarve, de Granada, y Andrea de la Cova, y pasa a siguientes generaciones con su hijo Francisco Adarve de la Cova y su nieto Juan Adarve Márquez, que tiene varios hijos a primeros del siglo XVIII, pero sin que el apellido se perpetúe en el pueblo.

Aguirre: Lo vemos por primera vez en una mujer casada en 1724, procedente de Guadalajara. Sus hijos también llegan a casarse en Porcuna. A mediados del XVIII nacen dos hijos del alcalde mayor de la villa Martín Aguirre Arzubía, pero el apellido no alcanza el siglo siguiente. A mediados del XX nace circunstancialmente el músico Kepa Aguirre Aibar. 

Albertos: Existía ya en 1596, donde el matrimonio de Francisco Martín Albertos y Francisca Rodríguez tiene un hijo (luego vendrían incluso nietos, pero a mitad de siglo deja de aparecer, sin volver hasta el XX).

Alconchel: A primeros del siglo pasado había un zapatero procedente de Alcalá la Real (Jaén) que se casó en Porcuna. De ahí salió un dicho “ser más guarro que Alconchel” (que se deformó a cosas parecidas a “eres más guarro que el corchés”).  

Aleu: Llega a Porcuna en los años 20 del siglo pasado con la familia del notario Manuel Aleu Carrera, que traía una decena de hijos, teniendo una en Porcuna y casando a otra también. Tras la Guerra Civil abandonaron el pueblo (uno de ellos fue asesinado por el bando republicano y su nombre consta en la cruz de la Iglesia) y el apellido no continuó. 

Alfez: En 1345 aparece puntualmente en una escritura Samuel Alfez, vecino de Porcuna, como almojarife de Juan Núñez, maestre de Calatrava. Se trata del arrendamiento de los bienes que la Orden de Calatrava poseía en el lugar de Carrión del Aljarafe, en Sevilla. Es probable que se trate de un apellido judío, idea reforzada por el hecho de que los almojarifes se dedicaran a recaudar los impuestos y precisamente fuese habitual que lo hicieran los judíos en aquella época (además, el nombre "Samuel" también era habitual entre los judíos). También existe un pueblo llamado Alfés en la provincia de Lérida.

Almoguera: Llega a finales del XVI desde Morente (Córdoba), con Alonso y Miguel Ruiz Almoguera. En 1619 se casa Juana Ruiz Almoguera, hija de este último. Debido a que se va a ir heredando solo el patronímico “Ruiz”, y que las hijas tomaban más bien el apellido de la madre, acaba por no continuar. 

Amigo: Lo encontramos en un bautismo de 1562, de un hijo de Alonso Ruiz Amigo, y a finales de ese siglo también aparecen hijos de Pedro, María e Isabel Ruiz Amigo. Como pasó con el anterior, se acabó perdiendo al heredarse los patronímicos que llevaba delante, con versiones como: “Ruiz Amigo”, “López Amigo” o “Gutiérrez Amigo”.  

Aradero: No existente en la actualidad. Lo encontramos a mediados del siglo XVI con Francisco y Cristóbal Ruiz Aradero, que aparecen como padres o padrinos en algunos bautismos. Volvemos a verlo en 1609 con el matrimonio de Alonso González Aradero y Ana Gutiérrez, y a finales de siglo con el clérigo Diego González Aradero. Tampoco perdurará al heredarse los patronímicos.

Archidona: Lo vemos por primera vez en el matrimonio de Francisco Peláez de Archidona y Ana Aguilera, en 1600. Luego, su hijo Francisco López Archidona se casa dos veces: en 1625 con Ana Hidalgo y en 1642 con Catalina Bosmediano, heredando su descendencia el apellido "Peláez".

Arrabal: A mediados del XVI encontramos como padres o padrinos de bautismos a Bartolomé, Catalina y Juan López Arrabal (este consta como regidor en la cofradía de San Marcos en 1549), y a finales de ese siglo vemos las bodas de Pedro y Juan López Arrabal, procedentes de Jaén. Es muy probable que se heredara el patronímico “López” como en tantos otros casos hasta perderse. Hasta el siglo XX no reaparece, procedente de Jamilena y Torredonjimeno (Jaén), pero siempre como segundo apellido, también en el recordado maestro Luis Villasclaras Arrabal.  

Arredondo: Aparece a primeros del XIX, donde Ramón Arredondo, de Baza (Granada), y María del Carmen Baño, se afincan en Porcuna y bautizan a varios hijos. Nacerán unos 15 nietos, pero llevándolo como segundo apellido al provenir de sus hijas, por lo que no continuará.  

Barneo: Aparece en un bautismo de 1890, de José Barneo Lupiáñez, con el padre procedente de Torredonjimeno (Jaén). La familia aún continúa en el pueblo, pero al tener dos hijas, el apellido se heredó en segundo lugar en la tercera generación, por lo que en unos años no continuará.

Barrachina: En el anuario Bailly de finales del siglo XIX aparece Adolfo Barrachina Mancheño como propietario de unas viñas, siendo alcalde después entre 1924 y 1930 cuando ya era un coronel retirado. Pocos años después llevaba el apellido una mujer procedente de Teruel, sin que continuara en su descendencia.

Barrientos: En el último cuarto de siglo XVI nacen al menos 7 hijos del sastre Diego Barrientos e Isabel Mellado. Sólo se casan en el pueblo sus hijas Ana Bueno e Inés Gutiérrez Mellado, pero sin usar el apellido paterno, por lo que se perderá sin que sepamos a ciencia cierta cuándo llegó a Porcuna.

Béjar: Aparece en 1817 con el matrimonio de María Francisca Béjar Mora, procedente de Villa del Río (Córdoba), pero sin continuar. Luego llega a mediados del siglo XX con la familia “Béjar Águila”, procedente de Villardompardo (Jaén), que tiene descendencia tanto allí como en Porcuna, pero al llevarlo las mujeres, el apellido no continuará. 

Benegas: En 1521 consta que Pedro Venegas acudió junto a Alonso Ruiz y Diego del Barrio a las capitulaciones de La Rambla. A finales de ese siglo nacen hijos de Pedro Hurtado Benegas, que dada la coincidencia en el nombre del anterior, podemos presumir que pueda ser un hijo o nieto, sin que el apellido continúe al heredarse en segundo lugar.

Bonilla: En 1611 se casa el licenciado Pedro de Bonilla, de Arjona (Jaén), con Ana León, y a mediados de ese mismo siglo ejerce como cura su hijo Sebastián de Bonilla León, fundador de una obra pía que continuaba vigente en 1752 cuando se realizó el Catastro de Ensenada. A finales del XVIII aparece en dos nacimientos cuya madre es de Zamora, sin continuar.

Briceño: En los primeros libros parroquiales de la década de 1560 consta el Bachiller Briceño, y hay nacimientos de hijos de Juan Briceño y de Catalina, esclava de Bartolomé Briceño, por lo que durante este siglo debió haber al menos una familia en Porcuna con el apellido, sin continuar más allá.

Buenaño: Lo encontramos puntualmente en 1671, en el matrimonio de Juan Buendía y Ana Luque Buenaño, de Martos (Jaén); y en 1723 con la boda de Juan Ignacio Buenaño, también de Martos, con Juana Martos Toribio, que tendrán descendencia, pero llegándose a perder el apellido al heredarlo sus hijas por detrás de otros como Palomo o Herrera que son los que han llegado a la actualidad.

Diecisiete años al aparato

 Aquí estoy como cada principio de abril para felicitar/felicitarme por cumplir un año más de bitácora. Como siempre, quién sabe si será el último, pues amenazada está de extinción por culpa de la falta de tiempo del autor, de la llegada de la Inteligencia Artificial que escribe más y mejor, del pasar totalmente de moda, o de cualquier denuncia que pudiera llegar el año que viene al cumplir los 18, y es que este va a ser el último año de minoría de edad, por lo que cualquier calumnia, difamación, desfalco, robo con alevosía o acusación vertida que pudiera derivar en una denunca, he de hacerla ahora, o callar para siempre.

Total, que como hice los últimos 16 años (1 año, 2 años, 3 años, 4 años, 5 años, 6 años, 7 años, 8 años, 9 años, 10 años, 11 años, 12 años, 13 años, 14 años, 15 años y 16 años), hoy esta bitácora está de fiesta, porque un buen día de esta primera semana de abril hace la tira de tiempo, la lancé al mar, perdiéndola para siempre, haciéndola vuestra, de todos, de nadie, para no volver a mis manos, cumpliendo su sueño de viajar hasta los más recónditos rincones del infinito, cumplido está.

 Ha llovido mucho, como se suele decir, y lo que queda, aunque este año y los dos anteriores se pueden juntar en una botella de litro y medio. En cualquier caso, sí, felicidades a todos y todas y todes los que me seguís y seguós y segués, muchas gracias y nos vemos en la blogosfera, ya son 17 años aquí metidos. 

No me enrollo, pero os recuerdo lo que siempre os repito como tonto que se pierde por la vereda: si tenéis algo que decir, decidlo, porque si no lo hacéis, nadie lo hará, y se pierde...

Celebrando el jubileo

Por si algunos no os habéis enterado, desde hace una semana estamos inmersos en el año del jubileo... Concretamente el Jubileo Mariano de la Virgen de Alharilla de Porcuna, en el que se celebra el 775 aniversario de la aparición de su imagen. Como ya hice cuando la Coronación Canónica que tuvo lugar hace ya 9 años, voy a intentar explicar algunas cosas, para arrojar algo de luz o incluso más oscuridad aún, quién sabe. También es verdad que hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes... yo, lo voy a intentar, que es infinitivo.

Para empezar, y poniéndonos en antecedentes, hace ya la tira de años que un par de pastores sorianos que andaban por la actual aldea de Alharilla se encontraron la talla de una virgen morena. La tradición cuenta que fue en 1248, y lo adorna con unas palabras sobrenaturales pronunciadas quién sabe por quién: "he aquí la madre de Dios" (una posible explicación sería que al llegar los moros, los cristianos la guardaran allí por si alguna vez se podía recuperar, aunque dado que no tenemos fotos de la imagen, no se puede saber su verdadera antigüedad). El caso es que a partir de ahí se la conoció como la Virgen de Alharilla, comenzando a celebrarse una romería, habiendo una cofradía, peregrinaciones, coronación, etc..., hasta hoy.

Lo de no esperar a los 800 años para hacer un jubileo supongo que se puede explicar porque es aprovechar esa cresta de la ola actual en la que aún está de moda lo religioso, quién sabe dentro de 25 años, y también porque así muchos podrán disfrutarlos, que la vida está muy cara y no sabes cuándo te vas a ir de aquí, así que mejor ahora que luego, por mí, una reverencia y un sombrerazo.

 

El tema del jubileo es una gracia concedida por el Papa de Roma, a petición del obispo de Jaén, el párroco de Porcuna y las propias cofradías. Se trata de una celebración que dura algo más de un año, y por la que los que visiten en peregrinación la aldea para ver a la virgen o la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción cuando esté en Porcuna, pueden obtener indulgencias (básicamente el perdón de sus pecados, provisionalmente hasta que cometan otros, claro). No hace falta ir de rodillas, sino que cualquiera que vaya un domingo andando desde Porcuna por la ruta del colesterol ya puede obtenerlas, aunque la gracia es venir desde más lejos si puede ser. Lo que hay que hacer es asistir a una misa o ir a orar delante de la Virgen, acabando con un Credo, Padrenuestro o Ave María, aunque también se habla de confesar, comulgar y orar por las intenciones del Sumo Pontífice (no queda bien explicado si hay que hacerlo todo o basta con una de las condiciones).

Personalmente creo que no está demasiado claro, y comparándolo con algunos lugares en los que se indican claramente cosas del tipo "quien rece 5 padrenuestros tiene indulgencia plenaria durante 1 año" (es decir, perdonados los pecados durante 1 año), es un poco difuso saber qué hay exactamente que hacer para conseguir la indulgencia. Yo creo que habría que hacer un apartado de "preguntas frecuentes" o directamente unos ejemplos en plan: 

-"fulanito va andando desde Porcuna a Alharilla, le reza un padrenuestro a la virgen y pide por el Papa" 

-"menganita pasa con su coche por Alharilla y decide para en la aldea, en ese momento hay misa y la escucha".

-"zutanito confiesa y comulga en la Iglesia de Porcuna y ora por las intenciones del Papa"

- "perenganita reza en Alharilla por el Papa y luego confiesa, pero no llega a comulgar".

Y en cada caso indicar si haciendo eso tendría indulgencia o no... Creo que así quedaría mucho más claro y no se crearía tanta confusión como ahora hay.

En cualquier caso sirve para poner en valor esta aldea de Alharilla, el pueblo de Porcuna en el que está y en cierta manera también su historia, cultura y tradiciones en general, que siempre viene bien que por alguna noticia de este tipo aparezcan en la prensa y se les nombre, no puede traer nada negativo y sí ese turismo que ha de ser uno de los motores en el futuro. 

Celebremos, celebremos el jubileo, ¡¡os esperamos en Porcuna!!